Por Antonella Ladino

Cuernavaca, Mor., 17 de agosto.- Kevin, integrante de un equipo de básquetbol conformado por niños de la etnia triqui, de la sierra de Oaxaca quiere triunfar en el mundo del deporte para apoyar a sus comunidades de escasos recursos y motivar a los niños para continuar con este proyecto.

La historia de los niños triqui empezó hace casi 15 años en una de las zonas más necesitadas del estado de Oaxaca, quienes conmovieron a los espectadores por su voluntad de jugar aunque sea sin tenis.

Un grupo de 14 integrantes acompañados de su entrenador Guillermo Medina Ramírez, estuvieron en un campamento con exhibición de juegos en el municipio de Mazatepec y este día visitaron diferentes lugares de la capital morelense.

Kevin Rufino Martínez Crescencio, originario de la comunidad  Río Venado de la zona mixteca de Oaxaca, cuenta que en su pueblo es común para los jóvenes casarse a temprana edad y emigrar a los Estados Unidos en busca del sueño americano.

Él quiere un futuro diferente por eso siguió los consejos de su padre y se unió al equipo de básquetbol, y se inspiró en su ídolo el exjugador de baloncesto, Kevin Garnett, quien disputó 21 temporadas en la NBA.

“Mi meta es poder ayudar a más personas, a más niños que salieron de una comunidad de bajos recursos y ayudarlos. Ser alguien que pueda aportar para su comunidad, regresar, platicar y motivar a los niños para seguir este proyecto para toda la vida”, expresó Kevin.

Dice que sus padres están contentos, emocionados y orgullosos porque en su familia es el único que ha viajado por varios países de la República, y ahora él platica con su hermano menor para inculcarle la práctica del deporte y el estudio.

Kevin tiene 13 años y cursa el segundo año de secundaria pero dice que desde los siete años practica el baloncesto, y durante la semana dedica dos horas todos los días para ser cada vez mejor en su posición como alero, cuya función es moverse en posiciones alejadas del aro en una cancha de básquetbol.

Su primer viaje internacional fue en Orlando, Estados Unidos, ahí jugaron tres equipos pero solo dos pasaron a la final y después los invitaron a jugar al país argentino, y luego regresaron a Texas donde obtuvieron el triunfo.

En Texas conocieron a algunos jugadores de la NBA, una liga privada de baloncesto profesional que se disputa en Estado Unidos, ahí se enfrentaron con jugadores de San Antonio, ambos equipos descalzos.

“Nosotros enseñamos y aprendemos cosas nuevas de todos. Hay algunos que nos critican pero eso nos motiva más porque salimos y demostramos que en México si se puede y es una gran motivación enseñarles que se puede ser indígena y lograr las metas”, indicó.