Por Leticia Villaseñor

Jojutla. Mor., 6 de octubre.- Las autoridades federales advirtieron a los vecinos damnificados de la colonia Emiliano Zapata que el proceso para iniciar la entrega de los apoyos en dinero o especie tardarán un lapso de tres a cuatro meses. “Ojalá”, expresó una vecina afectada por el terremoto del 19 de septiembre, porque según la Secretaría de Gobernación, la recuperación del centro municipal tardará de dos a tres años.

Eduviges Tinoco, integrante de una de las familias fundadoras de la colonia Emiliano Zapata en Jojutla, de las más afectadas por el sismo de 7.1 grados de intensidad, recibió una de las casas de campaña azules que donó el gobierno de China.

Ella y su familia, al menos otros 25 integrantes, llegaron a esta colonia medio siglo atrás. Con orgullo refieren que fueron también de los primeros que donaron para la edificación de una iglesia, pero con el terremoto de 7.1 grados todo se vino abajo y de la capilla sólo quedó una campana que tenía como fecha 1980 y estaba ubicada en la esquina de Francisco I. Madero y 10 de Abril.

La Secretaría de Gobernación y la Policía Federal iniciaron la instalación de las casas de campaña, que serán su hogar por un estimado de tres o cuatro meses.

“Ojalá sea ese tiempo porque anteriormente la gente que nos ha censado nos dijo que la situación en los estados de Oaxaca y Chiapas es aún más difícil que en Morelos y ellos fueron afectados primero, con el otro sismo de 8.2 grados del pasado 7 de septiembre, por lo que la recuperación de Jojutla será hasta dentro de dos o tres años”, comentó Eduviges.

La colonia Emiliano Zapata albergaba en su mayoría a familias de escasos recursos o de clase media baja. La familia Tinojo pertenecía a este rango socioeconómico pero hoy en día lo han perdido todo.

“Nunca nadie de mi familia, ni yo misma, ayudamos a nadie en desgracia… estoy conmovida cómo vino gente de otros estados, de otros países a ayudarnos; Dios los bendiga, esto debe ser un llamado de atención para ser más solidarios”, expresó.

María Salomé Rivera Sánchez, una de las seis cuñadas de Eduviges, relató cómo su casa de dos pisos se vino abajo. “Se hizo polvorón, el segundo piso quedó en el suelo. Si mi hijo de 10 años hubiera estado dentro lo hubieran sacado con la maquinaria…”, dice María al romper en llanto.

Su marido y ella tenían un negocio de eléctrico automotriz y deben presentar pruebas como el alta de registro ante Hacienda y testimonios de que fueron afectados por el sismo para recibir ayuda gubernamental.

“Hay gente que se queja de que sólo nos van a dar 10 mil pesos, pero yo digo que al menos esa cantidad nos va a ayudar en algo para iniciar, lo demás debemos hacerlo nosotros poco a poco”, comentó resignada.

Nadie de mi familia, comentó aliviada, resultó herido, todos pudimos salir a la calle mientras vimos cómo nuestras casas se hicieron pedazos. Ahora la familia se organiza para levantar escombros o conseguir tarimas a modo de piso.