Por Leticia Villaseñor

Cuernavaca, Mor., 17 de julio.- La familia de la niña secuestrada en enero de 2016, Yamilé Sinahí, de 12 años, exigió al Tribunal Superior de Justicia cumpla la ley y pondere el interés superior del niño, cuando en agosto próximo se realice el juicio en contra dos implicados y no se revictimice a la hermana de la víctima, único testigo de los hechos.

Teresa Ulloa, presidenta regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés), explicó que el próximo 10 de agosto inicia el juicio en contra de dos hombres, padre e hijo, ambos de nombre Daniel.

El día de los hechos, el 11 de enero de 2016, poco después de las 06:00 horas, Yamilé y su hermana, un año mayor, caminaron por la calle reforma del poblado Santa Rosa 30 de Tlaltizapán.

Un automotor Sentra Nissan, azul marino, estaba estacionado y cuando las dos adolescentes pasaron a un lado, el copiloto, Daniel hijo, bajó de éste, jaloneó a Yamilé y la arrastró al interior del vehículo.

Su hermana trató de ayudarla y sacarla del auto tomándola de los pies pero la fuerza del sujeto se impuso y la hermana mayor sólo se quedó con un zapato en sus manos. Corrió detrás del auto al que  nunca pudo darle alcance.

La menor fue testigo de los hechos y presuntamente es la única que puede identificar a los dos sujetos que están acusados de secuestro con la finalidad de causar daño, delito que se recrudece por cada día en cautiverio, según señalan las leyes.

Por ello, tanto la familia como  la directora de la organización exigen a las autoridades que durante el juicio no haya una defensa que trasgreda el interés superior de la menor, y sea revictimizada por ésta con cuestionamientos que laceren su integridad moral.

La hermana mayor de Yamilé y su familia rehusaron tener custodia permanente  a fin de evitar cualquier ataque en su contra. “La joven debe hacer su vida pero el daño que le causaron estos sujetos al ver cómo raptaban a su hermana debe ser tratado por especialistas”, advirtió Ulloa.

La mochila de la víctima así como un par de tapetes de un auto fueron encontrados en una construcción en obra negra por el rumbo del Chifón, en la zona aledaña a donde fue raptada. En la misma área se localizó un auto  que coincidió con la descripción que dio la testigo, el cual reconoció.

Al dar con los propietarios, éstos fueron reconocidos por la hermana de la víctima a través de fotografías.

Testigos del lugar donde se localizó el auto y las pertenencias de la menor declararon a la familia que vieron a dos sujetos forcejeando con una niña de uniforme.

“Pero tienen terror de que hay alguna consecuencia. La hermana de Yamilé estará protegida porque así lo marca el protocolo al ser una menor, pero para los demás testigos no existe esa precaución lo que inhibe que den su testimonio”, lamentó Teresa Ulloa.

El juicio dará inicio el próximo 10 de agosto a las 10:00 horas en el municipio de Jojutla.