Por Oswald Alonso

Cuernavaca, Mor., 8 de enero.- El presidente municipal Cuauhtémoc Blanco Bravo fracasó de nueva cuenta en su intento de que el cabildo apruebe nombramientos, lo anterior durante la reanudación de la sesión de cabildo, suspendida el pasado viernes.

El presidente de Cuernavaca sometió, una vez más, a aprobación de cabildo los nombramiento de su secretario General, de Desarrollo Sustentable, Obras Públicas, del tesorero así como del contralor municipal.

Los regidores que integran el llamado G9, son regidores contrarios a Blanco Bravo emanados del PRI, PRD, dos del propio PSD, del Humanista, Movimiento Ciudadano y del Verde Ecologistas, quienes a su vez presentaron una contrapropuesta en la que se incluye a perredistas y priístas en el gabinete.

La propuesta surgida del sol azteca es que Rocío Carrillo, exrepresentante del PRI ante el Consejo Municipal Electoral y también propuesta de abogados a fiscal, sea incluida al igual que la líder de los Patios de la Estación, Manuela Sánchez. El argumento es que Cuauhtémoc no aplicó la equidad de género en sus nombramientos.

Los regidores del G9 propusieron se sometiera a votación tal propuesta en tanto que Cuauhtémoc exigió se votara la suya. Al no haber consenso, la sesión fue suspendida de nuevo.

Previo a ello, el exfutbolista perdió el control e interpeló a una regidora, “por las buenas soy buena persona pero por las malas me va a conocer”. La regidora  Amelia Fernández acusó en la sesión pública sobre las amenazas del edil.

Quien también denunció en el cabildo fue el propio alcalde, quien sometió a votación que se suspendiera la sesión por razones de seguridad ya que, argumentó, Manuel Martínez Garrigós lo amenazó.

Los regidores en votación mayoría rechazaron por mayoría la propuesta y siguieron con la sesión que más tarde fue finalmente suspendida.