Por Justino Miranda
Cuernavaca, Mor., 2 de junio.- Héctor Suárez bajó el telón y se llevó con él a Tránsito Pérez, El Mil Usos, El Flanagan, El No Hay, Doña Soyla, Tomás y el inolvidable Tirantes, éste último protagonista de la cinta Lagunilla Mi Barrio.
Todos ellos cambiaron de escenario a partir de esta mañana cuando su creador, Héctor Suárez Hernández, murió de un paro cardiaco en su casa de Lomas de Cocoyoc, del municipio de Atlatlahucan, nororiente de Morelos.
Su hermano, Gustavo Suárez, se encargó de llevar el cuerpo a la funeraria Gayosso de Cuernavaca para su preparación y posteriormente lo llevaron al crematorio La Paz, al sur de esta ciudad.
Sus cenizas serán colocadas en una capilla que tiene construida en su casa de Cococyoc, junto con los restos de sus padres, informó su hermano.
Afuera de crematorio Gustavo Suárez consideró que el primer actor merece un homenaje por su aportación a la comedia, la crítica política y la actuación de primer nivel. “Me parece estupendo rendirle homenaje a alguien que se lo merece”, dijo.
¿Lo pediría a las autoridades?
– No, solo si alguien lo quiere, adelante.
¿Se fue en paz?
– Yo creo que si porque al acostarse y despertar fallecido, valga la expresión, creo que es muerte de reyes. No sufrió, mereció lo que tenía que merecer, hay un Dios, llámenle como ustedes quieran, el universo, Buda, como lo crea cada quien, pero lo dejó descansar.
¿Alguna vez hablaron de la muerte?
– Nunca hablamos de eso. Estábamos tranquilos, en paz, yo creo que no es necesario hablar de eso. Por parte de él sabía lo que hacía y se sentía satisfecho y se fue, creo, muy satisfecho.
¿De dónde surgió la vocación de Suárez para esa crítica fuerte?
– De la honestidad, de ser una persona recta, honesta y luchar de a deveras por la gente que lo requería.
¿Recuerda algunos pasajes cuando criticaba a la clase política?
– Toda su vida fue así por su honestidad y su rectitud, por tratar de ayudar a la gente y hacer despertar al pueblo, que se de cuenta de las cosas.
¿Esa honestidad le trajo consecuencias, cómo amenazas?
– Desgraciadamente si porque la gente no acepta cuando cometemos errores y enmendamos.
¿Y cómo lo tomaba?
– Pues con preocupación como todos, pero siguió y seguirá luchando desde donde este.
¿Qué le preocupaba de la pandemia?
– Estaba muy preocupado por la situación económica que desgraciadamente nos vamos a ver, me incluyó, porque a todos nos ha afectado, a la gente humilde, y lo estamos viviendo ya. Eso le preocupaba mucho a mi hermano y creo que se fue con esa preocupación, desgraciadamente. Yo hablaba con él y le decía ‘si nos duele, pero no podemos hacer gran cosa’. ‘Si podemos’, respondía, pero ya no hubo tiempo.
¿Y qué podía hacer?
– Precisamente sacar el programa “Ahí va el golpe”, se iba a hablar de todo esto, un proyecto muy bonito. Eso es lo que se andaba trabajando.
¿Se quedó el proyecto terminado?
– Se trabajaba en eso, hay varias partes, igual su libro, hay cosas que están pendientes.
¿Es cierto que fue la clínica al inicio de la pandemia?
– Fue a la clínica Londres cuando empezó toda esta pandemia, afortunadamente no se infectó porque luego piensan que fue Covid-19. Mi hermano estuvo bien hasta anoche y desgraciadamente amaneció así.
¿Cuál fue su última voluntad?
– No hubo ninguna última voluntad porque no pensábamos en esto, realmente fue una plática como puedo estar con ustedes, me voy y a media cuadra me da un infarto y me muero; fue lo mismo que pasó con él.
¿Qué fue lo último que platicaron?
– Fue de su proyecto, de lo que venía por hacer, cómo íbamos a trabajar, pero no había nada pensando en esta situación (muerte).
¿‘Ahí viene el Golpe’ sería su segundo aire en la televisión abierta?
– Así es
¿Cómo se siente?
– La familia lo lamenta, pero estamos fuertes porque es lo que nos enseñó. Yo me siento satisfecho de que cuando mi hermano me necesitó y cuando lo necesité estuvo conmigo, y nos llevamos muy bien.