De la redacción

CUERNAVACA, Mor., 12 de mayo.- La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 14 de mayo como el Día mundial de la Hipertensión Arterial, con el fin de insistir en la población acerca de la importancia de prevenir esta enfermedad mediante acciones saludables y evitar también que ésta deteriore la calidad de vida de las personas.

La presión arterial alta se desata por la cantidad de agua y sal del organismo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles de diferentes hormonas en el cuerpo.

Es llamada “asesino silencioso”, porque es asintomática, cuando se hace evidente es porque el paciente presente una complicación relacionada con esta afección, por tal motivo aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal y muerte temprana. Algunos factores de riesgo de sufrir hipertensión arterial son: obesidad, estrés o ansiedad, exceso de alcohol, exceso de sal, antecedente de familiar con hipertensión arterial, diabetes y fumador.

Este problema de salud afecta entre el 25 y 30% de la población, un número importante de personas no están tratadas y de aquellas que reciben tratamiento, más del 50% no tienen las cifras de tensión controladas.

La hipertensión causa la muerte anualmente a 9.4 millones de personas en el mundo y es responsable del 45 por ciento de los ataques de corazón. En México 36.1% de personas mayores de 25 años tiene hipertensión,  75% de los enfermos están entre los 20 y los 54 años.

Las personas mayores de 40 años, quienes además presentan sobrepeso u obesidad son más propensas a sufrir hipertensión arterial, además de tener alta probabilidad de presentar diabetes mellitus y colesterol elevado.

Las acciones de promoción y prevención que se realizan en los Centros de Salud de los Servicios de Salud de Morelos, son: detección de factores de riesgo a la población abierta de 20 años y más, a través de un cuestionario de “Detección Integrada” que incluye la toma de presión arterial, glucosa, peso, talla, circunferencia de cintura, así como toma de triglicéridos y colesterol.

La mayoría de las veces la presión arterial alta se puede controlar con medicamentos y cambios en el estilo de vida: revisar la presión arterial constantemente (al menos 2 veces al año), disminuir la ingesta de sal, hacer ejercicio (al menos 30 minutos diarios), evitar el abuso de alcohol, evitar el consumo de tabaco, alimentación sana y balanceada, incluir en la dieta cinco raciones de frutas y verduras y evitar el consumo de refrescos y glucosa.

Cuando una persona es diagnosticada hipertensa debe llevar un control adecuado, ya que es una enfermedad crónica que requiere seguimiento médico de por vida.