Por playgroundmag.net
Italia. Años 70 y 80. Mafia, Vaticano, sexo, asesinatos. Hay una historia que tiene todos los elementos de película de suspense. Un crimen o una desaparición por resolver. Es la historia de Emanuela Orlandi, una joven de quince años que desapareció una tarde de 1983 cuando salía de sus clases de flauta.
Orlandi vivía en la Santa Sede porque era hija de un funcionario y tenía pasaporte vaticano. Se le perdió la pista hasta el día de hoy. Durante treinta y cinco años su desaparición ha sido un misterio, un escándalo en Italia, y se ha visto envuelta de múltiples confabulaciones. Este martes el caso Orlandi ha dado un nuevo vuelco después de que las autoridades informaran que el Vaticano halló fragmentos de huesos humanos en un local anexo a la Nunciatura Apostólica de Italia.
Hasta ahora el caso Orlandi se ha abordado desde infinidad de hipótesis, pero todas ellas sin confirmar jamás. ¿Fue un secuestro para presionar a la Santa Sede? ¿Había sido raptada por la logia masónica Propaganda Due? ¿Fueron los servicios secretos búlgaros por orden de Moscú? ¿Era, por el contrario, obra del Frente de Liberación Turco Anticristiano Turkesh? ¿La habría secuestrado De Pedis, el capo de la banda mafiosa la Magliana? ¿Se trataría de un crimen sexual?
Hace un año, Emiliano Fittipaldi, periodista de investigación de casos vaticanos y autor de varios libros sobre el Vaticano, hizo público publicó un documento que supuestamente yacía en el fondo de una caja fuerte de la Santa Sede. Se tratada de un detallado informe sobre los gastos que hizo el Vaticano para las «actividades relativas a la ciudadana Emanuela Orlandi». Se decía en el documento que se habían empleado 500.000 millones de liras para mantener a la prensa alejada del caso.
Otro escritor y periodista italiano, Corrado Augias, llegó a afirmar en su libro Los secretos del Vaticano. Luces y sombras de la Iglesia que Orlando habría sido secuestrada por un alto prelado del Vaticano después de pasar una noche juntos en Civitavecchia. Esto tampoco pudo ser constatado nunca.
Respecto al hallazgo de los huesos, el Vaticano por ahora no se ha pronunciado ni ha querido dar más detalles. La prensa local apunta a que podría tratarse de Orlandi, aunque las autoridades aseguran que se cruzaran los datos de los restos con los de Orlandi, pero también con los de otra joven desaparecida en aquella época, Mirella Gregori.
El hermano de Orlandi no ha cesado en todo este tiempo de buscar a su hermana, que ahora tendría 50 años, con la esperanza, incluso, de encontrarla viva. También se ha mostrado crítico con el Vaticano por no buscar con mayor ahínco. Hace diez años, la examante de un capo mafioso, Sabrina Minardi, aseguró que la joven había sido enterrada junto a su expareja, Enrico De Pedis, quien supuestamente la habría secuestrado. Se llegó a abrir la tumba de De Pedis en busca de los restos, pero no se halló absolutamente nada.
El edificio en el que se han encontrado los huesos se trata de un edificio que Abraham Jacob Isaiah Levi dejó en herencia al Vaticano en 1949 para agradecer que el Papa atendiera a los judíos.