Por Leticia Villaseñor

Cuernavaca, Mor., 22 de julio.- La historia trágica de los hermanos Rudy Anoldo y Luis Arturo González Huite, en su camino hacia Estados Unidos, comenzó a finales de mayo pasado cuando decidieron partir de Jalapa, Guatemala, con sus hijos Byron Amilcar de 17 años y Cristian Iban de 10. La meta era llegar en julio a Estados Unidos donde los esperaban sus familiares.

Pero la travesía tuvo consecuencias fatales porque el cuerpo de Rudy Arnoldo fue encontrado degollado en el municipio de Ocuituco, Morelos, y en uno de sus brazos estaba el cuerpo de su hijo Christian con lesiones en la garganta por arma punzocortante.

El caso se difundió el pasado 6 de julio cuando las autoridades levantaron el cadáver  en ese municipio, situado a las faldas del Popocatépetl, con una de las tasas más bajas en materia de homicidios en Morelos, pues este año sólo tiene registrado la muerte del padre guatemalteco y otra víctima en un hecho violento.

Inicialmente la Comisión de Derechos Humanos (CDH) Morelos declaró que los cuatro integrantes de la familia González fueron abandonados por un traficante de personas en la entidad de Veracruz, y después traídos a Morelos pero el fiscal regional de la Zona Oriente, Alejandro Chávez Carmona, aclaró que el pequeño grupo fue abandonado en el estado de Jalisco, a más de 2 mil kilómetros de distancia de su lugar de origen.

La versión del fiscal regional es que el “pollero” abandonó a los hermanos y los niños ante los operativos de vigilancia en la entidad, debido a la fuerte presencia de grupos criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación y por el tráfico de migrantes que ingresan a México en busca de la frontera norte.

Los centroamericanos se vieron a su suerte en aquel estado y presuntamente contactaron a otro traficante de personas que los llevaría hasta su destino, por lo que volvieron sobre sus pasos hasta el municipio de Tepetlixpla, Estado de México, sitio donde fueron privados de su libertad.

Ahí, según lo expuesto por la Fiscalía General del Estado, el pasado 23 de junio las cuatro víctimas quedaron de verse con Javier “N”, quien los llevaría a los Estados Unidos de Norteamérica pero el 1 de julio pasado los familiares con residencia en el país del norte recibieron llamadas telefónicas en la que presuntos integrantes de “Los Zetas” pedían 12 mil dólares para dejar en libertad a los hermanos guatemaltecos y a sus hijos.

La versión de la solicitud del rescate fue confirmada por las autoridades pero nunca identificó el grupo criminal que supuestamente estaba detrás de la operación. En los hechos los dos adultos y sus hijos fueron retenidos en un domicilio de Tepetlixpa y, de acuerdo con las investigaciones de la FGE, los autores materiales de la retención y de pedir el rescate fueron Javier “N” de 42 años de edad, Guadalupe “N” 39 y Telésforo “N” de 44 años, los dos primeros de Tepetlixpa y el tercero de Ocuituco, Morelos.

Los familiares de las víctimas lograron reunir 8 mil dólares que fueron cobrados por distintas personas en varios estado del país, principalmente en Morelos, y hasta el 5 de julio las víctimas fueron sacadas del domicilio en cautiverio. En el último pago no hubo más comunicación con los secuestradores, citan las investigaciones.

Los presuntos responsables llevaron a Luis Arturo y a su hijo Byron a una zona boscosa en Amecameca, Estado de México, a 14 kilómetros de distancia de Tepetlixpa, donde los lesionaron con un arma blanca en la garganta y fueron abandonados. La autoridad mexiquense los localizó con vida y los llevaron a hospitales para su atención médica.

Rudy y su hijo de 10 años fueron llevados hasta Ocuituco, a unos 38 kilómetros de distancia de Tepetlixpla y ambos llevaban cortes en la garganta; el padre de 35 años perdió la vida desangrado en tanto el menor quedó sobre el antebrazo de su padre en espera de una suerte similar hasta que fue encontrado por las autoridades. Por fortuna el menor fue atendido y su vida está fuera de peligro y sin consecuencias aparentes, sin embargo permanece hospitalizado hasta el momento.

Derivado de las entrevistas con las víctimas y el trabajo coordinado entre las fiscalías estatales, se logró la ubicación del domicilio donde fueron secuestrados en la entidad mexiquense. También se logró la detención de los tres presuntos implicados quienes enfrentan acusaciones por secuestro agravado.

El cuerpo del padre fue repatriado a los tres días de su hallazgo en tanto la familia permanece en Morelos, resguardada por la autoridad federal y local.

El caso de los centroamericanos es atípico, aseguró el fiscal local, al asegurar que la entidad no es paso de migrantes, y tampoco cuenta con elementos para establecer vínculos con delincuentes que se dediquen al tráfico de personas.

Tampoco los detenidos han sido vinculados a otros delitos, similares o de otra especie, sin embargo la investigación sigue abierta, aclaró Chávez Carmona. En tanto las víctimas podrán permanecer en suelo mexicano por tiempo indefinido a fin de obtener la mayor información sobre el caso, finalizó.