Por Leticia Villaseñor

Jojutla, Mor., 11 de abril.- Juan Luis trabajaba en un molino, vivía con su pareja Luz y su pequeño en la colonia Norte, una de las más peligrosas del municipio de Puente de Ixtla.

Ambos fueron sacados de su domicilio con violencia por un grupo de adolescentes presuntamente integrantes de la célula delictiva de “Los Rojos”.

Su pequeño hijo, entonces de 7 años de edad, fue sometido con sus padres pero finalmente los criminales lo abandonaron, sin que resultara lesionado físicamente.

Dos meses más tarde, sus cuerpos fueron localizados en una “narcofosa” en un paraje conocido como “El Silbato”, en el municipio aledaño de Amacuzac.

A pesar de que de inmediato se les realizaron las pruebas genéticas, los resultados tardaron más de un año. El positivo de éstas confirmó la identificación hecha por sus familiares a sus ropas, pero el avanzado estado de descomposición de los cuerpos obligó a la Fiscalía a corroborar a través de las pruebas de laboratorio.

El fin de semana se obtuvieron los resultados de las pruebas por lo que los familiares de Juan Luis acudieron a las instalaciones del Servicio Médico Forense de la zona sur a reclamar los restos de su ser querido.

Los deudos de Luz acudieron horas más tarde por lo que tentativamente su cuerpo les será entregado esta semana.

 

 

Ocho cuerpos en cuatro fosas clandestinas

 

Los cuerpos de la pareja fueron encontrados el 27 de enero de 2017 con otros seis cuerpos más. El entonces fiscal general, Javier Pérez Durón, en rueda de prensa, informó que su localización fue derivado de las detenciones de cinco integrantes de la célula criminal de “Los Rojos”, operada por Santiago Mazarí “El Carrete”, que tiene su “base” en los municipios de Amacuzac y Puente de Ixtla, ambas localidades se sitúan al sur de Morelos, en los límites con Guerrero.

“Se logró ubicar cuatro predios en los parajes de El Coronel y La Loma, estos dos en Puente de Ixtla, así como El Silbato y Las Trincheras, en Amacuzac, donde se llevó a cabo el hallazgo de restos de ocho personas”, apuntó.

En el operativo hecho el 22 de diciembre de 2016, se detuvo a los presuntos criminales entre los que figuró Marco Antonio “El Maseca”, brazo operador de “El Carrete”, quienes dieron la referencia de las ocho víctimas sin que se dieran a conocer las causas de sus asesinatos.