Por Antonella Ladino
Cuernavaca, Mor., 4 de diciembre.- El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, conminó a los titulares de los tres poderes del estado a dejar a un lado sus pleitos y trabajar en acciones que ayuden a combatir la inseguridad, porque esta situación provocó la disminución de feligreses a la celebración religiosa en iglesias de la zona sur y oriente del estado.
La división que existe entre los tres poderes, dijo, impide que el trabajo que realizan pueda ser eficaz y ver los resultados que se necesitan y es preocupante porque esta división parece presentar ingobernabilidad, por eso, pidió, que para el próximo año las autoridades trabajen en unión y dejen a un lado los intereses personales que afectan a terceros.
Desde la Catedral de Cuernavaca, acusó que el nivel de inseguridad es grave porque la ciudadanía está paralizada por el miedo que representa la presencia de grupos criminales, al grado que las familias cambiaron su estilo de vida, por ejemplo, hubo modificación de horario para las ceremonias vespertinas debido a que la gente tiene miedo al salir de noche.
“Son situaciones en donde vemos que el pueblo tiene temor, está con un miedo, que lo paraliza y que no es verdad que las actividades siguen igual; hay mucha gente que conozco que no tienen nada que ver con la delincuencia organizada y se ven afectadas en esta violencia y han cambiado su estilo de vida”, expresó Ramón Castro.
A lo anterior, se suman las llamadas de extorsión que reciben con frecuencia las monjas, donde les solicitan depositar cantidades de dinero para, presuntamente, atender algún accidente que tuvo el obispo Ramón Castro y en la mayoría de los casos entregan el recurso, aunque por este tema solo existe una denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE).
En ese contexto, el obispo confió que para el próximo año las autoridades podrán organizarse y ser más eficaces en el control de la situación de la violencia, si bien, dijo, faltan recursos económicos “ojalá dentro de su realidad puedan ofrecer mejores resultados”.
Respecto a la marcha que organizó un grupo de mujeres, el domingo pasado, para exigir un freno a los feminicidios, Ramón Castro, se dijo respetuoso de las manifestaciones y citó la frase de Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, y señaló que no hay necesidad de agredir, insultar y hacer cosas que van más allá del respeto humano.
Desde su perspectiva, la iglesia coincide con las manifestaciones siempre y cuando sea para exigir justicia y una buena causa pero no cuando se sobrepasa el respeto y se llega a la violencia.
“Todos tenemos derecho a manifestarse pero cuando la iglesia se manifiesta por la vida, se nos ataca y se nos hace parecer como retrógradas; entonces dónde está el derecho de todas las personas”.