Por Leticia villaseñor
CUERNAVACA, Mor., 07 de agosto.- Más de 48 horas han pasado desde que las trabajadoras agremiadas a Sinatrec iniciaron su huelga de hambre a las puertas de Casa Morelos. Ninguna autoridad ha hablado con ellas.
Alicia, Eleazar, Irma, Nancy y Eva, de Jonacatepec, Jantetelco, Ayala y Tetelilla, han permanecido en espera de que el gobernador Graco Ramírez “nos dé 10 minutos de su tiempo, para que se entre de viva voz que los trabajadores de Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados de la Construcción (Sinatrec) padecemos, queremos darle el beneficio de la duda y que esté mal informado o ni siquiera se haya enterado que la necesidad nos obliga a manifestarnos de esta manera”.
Las manifestantes denunciaron hostigamiento de “sujetos extraños, quienes –dijeron- nos han tomado fotos desde una camioneta. Hoy, muy temprano, un repartidor de periódicos, con todo y moto, llegó hasta nosotras y aceleraba de forma insistente. Nuestros compañeros tuvieron que decirle que se fuera y dejara de molestar”.
Alicia dijo que se sienten un pos debilitadas pero que seguirán con su protesta “hasta sus últimas consecuencias”.
Fabiola Colín, secretaria ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos, acudió a las puertas de Casa Morelos, a instancia del propio gobierno estatal como de los manifestantes, para corroborar las peticiones de diálogo con el gobernador Graco Ramírez y verificar el estado de salud de las cinco mujeres, de las cuales una de ellas presenta las defensas bajas y debe tomar medicamento, lo cual fue diagnosticado por el personal paramédico que se encontraba en el lugar.
“Somos ele vínculo con el gobernador para que atienda a las manifestantes, a quienes se les instó a que no arriesguen su integridad física y se hará una petición al diálogo al propio Graco Ramírez”, detalló, al tiempo que aclaró que agotarán las instancias antes de emitir una recomendación.
Foto: Tony Rivera / ciudadanos.mx