Por la Redacción
CUERNAVACA, Mor., 01 de septiembre.- Problemas de discapacidad visual, ojo flojo, tumores intraoculares e incluso malformaciones como las cataratas congénitas, pueden tratarse con éxito, en infantes, si son detectados a tiempo.
Zaira del Carmen Bernal Díaz, oftalmóloga Pediatra del Hospital del Niño y el Adolescente Morelense (HNAM), explicó que en los primeros cinco años de vida es primordial practicar exámenes de la vista para detectar si los menores necesitan usar lentes para corregir algún problema.
Recomendó hacer la revisión de los ojos en el primer mes de vida del bebé para detectar posibles malformaciones congénitas.
Después de los tres meses es el segundo chequeo; a esta edad un niño debe ser capaz de fijar su mirada, seguir un objeto y mantener sus dos ojos al frente sin desviarlos, siguiente supervisión ocular es a los tres años.
La especialista, dijo que existen diversas pruebas para saber la calidad de la visión de un niño de acuerdo a su edad. En el hospital se realizan todas ellas dependiendo de las necesidades de cada paciente.
En menores de tres años, se verifica que puedan fijar la mirada, que sigan objetos y que puedan mantener sus ojos sin desviación durante la revisión.
En niños entre 3 y 6 años se utiliza una cartilla llamada HOTV, con ella el niño debe ser capaz de reconocer las figuras que le son mostradas a distancia, aun cuando no sepa el nombre de la figura o no pueda hablar bien.
En niños mayores de seis años que ya conocen el abecedario y pueden leer, se utilizan cartillas llamadas Snellen, en ellas el niño debe leer las letras que reconozca a una distancia de, al menos, tres metros.
Los errores refractivos no corregidos –cuando un niño debería usar lentes y no lo hizo– según la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan el 43 por ciento de los casos de discapacidad visual en el mundo, alertó.