Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 30 de septiembre.- El presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Morelos, Francisco Erik Sánchez Zavala, convocó a fortalecer las instituciones a través de las cuales el pueblo ejerce su soberanía y aspira a la felicidad. Es la oportunidad, dijo, de fortalecer a la democracia morelense como la forma de gobierno que imaginaba el gran José María Morelos y Pavón, en la que las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo para su beneficio, y por la participación de sus legítimos representantes.
En ocasión del natalicio del “Generalísimo”, Sánchez Zavala sostuvo que en medio de la pluralidad política que caracteriza al Estado de Morelos del Siglo XXI, la fuerza de las convicciones de José María Morelos está vigente, aunque subrayó que aún persisten situaciones de desigualdad que obligan a la acción del Estado para propiciar las condiciones y oportunidades de desarrollo, en la libertad y con justicia.
“No podemos ni debemos sentirnos satisfechos con lo logrado hasta ahora, pero más que lamentarnos, rasgarnos las vestiduras o enfrentarnos entre hermanas y hermanos, este tiempo es propicio para que en ejercicio de nuestras libertades y teniendo también a la democracia como medio para ponerlas en práctica, recordemos los ideales transformadores de José María Morelos, y construyamos una comunidad de todos y para todos,
Una sociedad en la que nos respetemos en nuestra forma de pensar y en nuestros derechos y en el cumplimiento de nuestros deberes, una comunidad política en la que sus actores, servidores públicos o partidos políticos, privilegien el diálogo y el acuerdo para alcanzar fines superiores más allá de los legítimos intereses particulares o de grupo”, pronunció desde la tribuna legislativa.
En el 256 aniversario del natalicio de Morelos, Sánchez Zavala afirmó que nunca dejará de ser propicia la ocasión para recordar los principios que el Generalísimo Morelos plasmó en los Sentimientos de la Nación del 14 septiembre de 1813, mismo día de la apertura del Congreso de Anáhuac en Chilpancingo, y que sirvieron de base para la primera Constitución que México se dio, la Constitución de Apatzingán de 1814.
Tampoco puede ser olvidada la sencillez en el actuar de Morelos en todos sus actos. Desde el rechazo al nombramiento de “Alteza Serenísima” que el Congreso de Anáhuac quería otorgarle y la adopción del muy honroso título de “Siervo de la Nación”, sostuvo.
Desde la tribuna instó a la unidad de los morelenses para refrendar y afirmar su convicción de que más allá de nuestras diferencias ideológicas, regionales o de cualquier índole, se sobrepone el orgullo de ser morelenses y herederos de las luchas por las que José María Morelos y Pavón ofrendó su vida.