Por Diana Valderrábano

Cuernavaca, Mor., 21 de abril.- El Centro de Investigación en Dinámica Celular (CIDC) de la UAEM, realiza una investigación para identificar características particulares del sistema inmune neonatal, sobre todo de las células encargadas del tipo de inmunidad adaptativa, es decir, las que dirigen la memoria inmunológica que podemos tener los humanos.

Los bebés están más forzados a responder a muchos patógenos por sí mismos por el estilo de vida humano y esto provoca que su respuesta a las vacunas no sea la óptima, aunque tomen leche materna, “básicamente estudiamos cómo responden los linfocitos de los neonatos y cómo aplicar esta investigación en las vacunas para ellos”, dijo María Angélica Santana Calderón, autora de la investigación y responsable del Laboratorio de Inmunología Celular.

Su investigación tiene como base un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que expone que nacimientos prematuros, bebés bajos de peso, infecciones, la falta de oxígeno al nacer y los traumatismos en el parto, son factores que provocan casi el 80 por ciento de las muertes de menores recién nacidos.

Los fallecimientos de recién nacidos o neonatos constituyen el 45 por ciento de las muertes en niños menores de cinco años, de ellos el 75 por ciento, de las pérdidas se da durante la primera semana de vida, y el resto en las primeras 24 horas del nacimiento, agregó el CIDC de la UAEM.

Santana Calderón, profesora investigadora del Centro de Investigación en Dinámica Celular (CIDC) dijo que es de suma importancia estudiar el sistema inmune de los bebés porque hay un alto nivel de muertes neonatales, muchas debido a infecciones, es un grupo altamente vulnerable más de lo que se piensa, otro factor es el número elevado de embarazos en adolescentes y mujeres mayores de 35 años de edad que tienen a bebés prematuros, el 60 por ciento desarrollan sepsis “que está ligada a infecciones o a un perfil inflamatorio.

Santana Calderón encontró en los linfocitos TCD8 y TCD4, (los primeros son citotóxicos que matan células infectadas, los segundos coordinan las células del sistema inmune para una respuesta adaptativa) y en los TCD8 se encontró que expresan genes completamente diferentes a sus contrapartes en adultos.

 

“Es decir, en lugar de hacer genes de citotoxicidad, se encontró que en los neonatos hacen una respuesta de inmunidad innata, esto es que se comportan como otro tipo de células que se llaman neutrófilos y están encargados de bloquear la infección en el momento. No se sabía que los TCD8 tuvieran este tipo de respuesta”, dijo la investigadora.

La investigación de María Angélica Santana elaboró un modelo computacional matemático que simula sus vías de señalización, y a través de ella se encontraron varias moléculas que no se expresan en los linfocitos neonatales y pueden ser los responsables de las respuestas que presentan ante las vacunas.

“El estudio tiene objetivo trabajar con dos grupos de investigadores en Francia para generar un dispositivo diagnóstico de la inmunidad neonatal y a través de él, poder decir a los padres qué se necesita para fortalecer el sistema inmune de sus bebés, y en qué momento exacto se pueden aplicar las vacunas, sin embargo, la aplicación  de esta tecnología depende de los financiamientos que reciban para su desarrollo, con los cuales hasta el momento no se han visto beneficiados”, puntualizó.