Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 24 de enero.- Benita no suelta el retrato de su hija, Karla, y lo pone a la altura de su pecho cerca de su corazón porque ahí sigue viva, aunque hace cuatro años desapareció después de acudir a un bar en Ciudad Altamirano, Guerrero.

El amor de una madre hacia sus hijos es irremplazable, dice, y con lágrimas recuerda a Karla Emilia Pérez Ortega vista por última vez el 24 de septiembre del 2015. Benita Ortega Vicente, llegó a Morelos el jueves para caminar junto a otras 300 madres víctimas que no cesan en su lucha.

Karla, era muy hermosa y por eso se la llevaron, sospecha su madre y cree que pudo ser enganchada por algún grupo de tratantes de personas porque hasta el momento nadie ha dado señas de su paradero en la región de Tierra Caliente, una ciudad que con el paso de los años se volvió peligrosa para las mujeres jóvenes.

En la caminata que salió el jueves de Cuernavaca con dirección a la Ciudad de México, Benita, exhibió la fotografía de su hija en la cual se le ve sonriente así como la recuerdan sus hermanas. Karla cumplió 23 años y este año estaría graduándose como licenciada en psicología pero no es así porque los malos se la llevaron.

Desde ese día sus familiares la siguen buscando porque sin ella los días se tornaron grises y la alegría se convirtió en tristeza, dice Benita caminando por la carretera rumbo a la Ciudad de México.

«Hemos pasado por mucho sufrimiento pero se lo ofrezco a Dios porque el nos ayudará, no importa que no tengamos dinero con un techo y cuatro paredes que nos cubra del frío es suficiente y por eso me siento agradecida porque hay gente de buen corazón», expresó.

Antes de su desaparición Karla dijo a su mamá que estudiaría psicóloga para mejorar su situación económica, ya que las ventas en el puesto de tacos apenas salía para pagar la renta y los estudios de sus otras hijas.

Benita atendió la invitación del colectivo por la Verdad, la Justicia y la Paz que hizo el activista Javier Sicilia y los hermanos Adrián y Julián LeBarón para caminar a la Ciudad de México y buscar un encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y pedir un cambio en la estrategia de seguridad ante el alto número de homicidios.

Sin embargo, el presidente advirtió que no los recibiría porque, dijo, es parte de un show, pero para Benita es la consecuencia de una mala estrategia de seguridad porque el dolor de perder a un hijo es tan grande que no se lo desea a nadie.