Foto: Yesenia Daniel

Por Leticia Villaseñor

Jojutla, Mor., 7 de octubre.- A Luciano Díaz García la ayuda le llegó del cielo. Al conductor de una “combi” del transporte público se le cayó su casa el pasado 19 de septiembre con el terremoto pero los miembros de una congregación evangélica le regalaron una casa que hicieron en 12 días, con un costo de 50 mil pesos.

El modelo arquitectónico lo ideó el misionero chileno Benedicto Lucas Hernández Vargas, de la iglesia evangélica misionera del Pacto, de Oaxtepec, en Yautepec.

El sudamericano tuvo contacto con los morelenses el año pasado, luego de dos años sabáticos obligatorios. Cuatro infartos lo llevaron a un descanso casi permanente en Texas, Estados Unidos. Ahí él y su esposa Ana hicieron los enlaces con varias congregaciones y la vez con la iglesia de Yautepec. El año pasado vinieron a nuestro estado donde se quedaron a radicar.

“Cuando ocurrió el temblor nos organizamos para traer víveres y ropa pero nos dimos cuenta que esa necesidad ya estaba cubierta por lo que mi esposa y yo pensamos en otra forma de ayuda. ‘Dónde coloca la gente su ropa, dónde guarda los víveres, dónde está a salvo’, pues en una casa y eso vimos, que hay decenas de personas que perdieron sus casas y no tienen donde vivir”, contó.

El misionero detalló que ideó un plano y lo compartió con un arquitecto, Francisco “N”, en Oaxtepec. En tan sólo horas el proyecto quedó listo.

El día del temblor Luciano conducía su unidad. Pasado el movimiento telúrico pudo entablar comunicación con su hermana quien le dio la noticia que de que su casa se había caído. “Ahí que pare, con que no les pase nada a ustedes”, respondió.

La casa de Luciano está ubicada en el mismo terreno que la de su padre y hermana, que no sufrieron ninguna afectación. Su casa, donde viven su esposa y dos hijos, era una construcción de dos cuartos, un baño y sin cocina.

La hermana profesa esa religión y fue así como el misionero chileno se enteró de la necesidad de Luciano y su familia.

Hernández Vargas reveló que al menos unas ocho congregaciones han hecho donativos económicos tanto de Estados Unidos como de otros lares para la construcción de otras dos casas, que serán donadas en el mismo poblado de Tlatenchi.

Pero la necesidad es vasta ya que tan sólo en el municipio más de 2 mil casas se vinieron abajo o deben ser derrumbadas, por lo que los evangélicos buscaron al personal del ayuntamiento para que apoye en la réplica del proyecto.

“El edil Alfonso de Jesús Sotelo Martínez se mostró muy interesado, ya que dijo que ha recibido muchas promesas para la reedificación del municipio pero no hay nada en firme”, abundó.

La casa que estrenó Luciano es de una planta, con estancia y dos cuartos de 4 por 4, baño y cocina. Incluso los muebles son nuevos o donados porque la estructura de adobe y lámina de la que estaba hecha su morada se vino abajo y destruyó la televisión, las camas y el ropero, únicas pertenencias de la familia.

“Le dije a mi esposa vamos al campo por unos horcones y al menos un techito vamos a levantar, pero el domingo 24 de septiembre llegó el misionero Lucas y me dijo que iban a levantar la casa. Contrataron a cinco albañiles, tanto de Oaxtepec como de aquí de Tlatenchi y el lunes siguiente empezaron”, comentó emocionado el damnificado.

El misionero Lucas expresó su desconfianza en las autoridades (de todos los niveles) por lo que la ayuda la hacen personal además de que así se lo exigen las personas que hicieron sus donativos. “Esta es la prueba de que sí aplicamos la ayuda en gente necesitada”, relató.

A través de las cuentas de Facebook «Anita de Hernández» (Ana María Herrera Cárdenas, esposa) o «Lucas Herdz» se puede contactar a los misioneros para exponer casos de damnificados.