Por proceso.com
MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- La Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Coddehum) confirmó que no existen evidencias de que los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa hayan sido llevados a la base de la policía municipal.
La Coddehum ratificó las declaraciones de Ulises Bernabé García, juez de barandilla de la Policía Municipal de Iguala, quien desmintió la versión de la Procuraduría General de la República (PGR), según dan cuenta testimonios y documentos difundidos por Proceso en su número 2015.
El periódico La Jornada Guerrero publica este miércoles que el encargado de despacho de la Coddehum, Ramón Navarrete Magdaleno, ratificó no hay evidencias de que los estudiantes estuvieron en la base de la Policía Municipal de Iguala, como asienta la versión oficial.
“Fuimos a recorrer la barandilla municipal, que es donde está el juez, hicimos una investigación muy minuciosa de encontrar cualquier indicio que nos llevara a asegurar que los muchachos estaban ahí; las paredes de las cárceles son el mensaje para el que sigue; buscamos texto por texto si hubiera algún mensaje de Ayotzinapa, de la lucha, del Ché, de algo que se relacionara con los muchachos, alguna pulsera, colilla de cigarro que se pudiera someter a alguna identificación con el ADN, pero nada”, manifestó Navarrete Magdaleno.
El encargado de despacho de la Coddehum ratificó: “Llegamos a las puertas de la zona militar y pedimos ingresar con un grupo de padres de familia y de jóvenes, pero no se nos permitió, sólo un poquito adentro de la puerta de recepción, pero no hicimos ninguna revisión, esa es una realidad y ahora es un tema que está brincando mucho; si no había nada ahí, pudimos haber entrado (…) ese tema del ex jefe de Barandilla puede tener mucha razón que no pasaron por ahí”.
En su actual número, la revista Proceso publica una investigación de Anabel Hernández y Steve Fischer realizada con apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California, en Berkeley, que revela que el peor de los taques contra los normalistas ocurrió cuando la Fiscalía General del Estado de Guerrero, el 27 Batallón de Infantería y la Policía Federal operaban en calles de Iguala.