Por JUSTINO MIRANDA

Cuernavaca, Mor., 24 de mayo.- Del bar situado sobre la avenida que conduce a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Mariana y dos estudiantes de preparatoria salieron antes de la media noche. Abordaron un auto compacto y se alejaron de la zona metropolitana.

Enrique “N” de 18 años, su compañero de escuela, un menor de 17 años de edad, y Mariana de 21 años, estudiante de Diseño de Modas y jugadora de futbol americano en el equipo Venados Black de la UAEM, iban alcoholizados. El auto enfiló hacia la autopista México-Acapulco y tras unos 20 kilómetros, aproximadamente, tomó una salida a la derecha, cruzó un puente y se dirigió hacia el exclusivo fraccionamiento habitacional Santa Fe, situado al sur de Morelos.

Las investigaciones de la Unidad Especializada contra Feminicidios sugieren que antes del fraccionamiento, casi al llegar al club Rojo Azafrán, los muchachos decidieron bajar del auto y seguir la juerga. Era la víspera del Día de la Madre.

A la mañana siguiente la Policía de Investigación Criminal fue avisado del hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer; estaba desnudo y con sellos de violencia y abuso sexual. Era el cadáver de Mariana Leticia, aspirante a diseñadora de modas y fanática del equipo Dallas de Texas.

El miércoles, un día antes de convivir con sus presuntos homicidas, entregó un encargo de prendas para vestir a participantes de una obra de teatro en el Centro Cultural Infantil La Vecindad. Su cliente quedó impresionada por el corte y la forma en que realizó el trabajo de diseño por lo que tenía preparado otro pedido, contaron sus amigas.

Pero ese jueves Mariana acudió al bar con amigos y al paso de las horas se sumaron los estudiantes de la Preparatoria 1, con sede en Cuernavaca, con quienes se quedó finalmente, según las investigaciones preliminares.

“Tenía que conocerlos. Ella difícilmente compartía mesa con desconocidos. Incluso cuando algún chavo le tiraba la onda Mariana no era tan fácil”, cuenta una de sus mejores amigas.

La línea de investigación cobra relevancia para los agentes de la Unidad Especializada contra Feminicidios porque al estudiar el sitio donde encontraron el cuerpo sin vida, también levantaron botellas de cerveza y envolturas de frituras, lo que supone que los muchachos y Mariana convivieron inicialmente de manera pacífica.

Pero cuando los agentes descubrieron la pantaleta, el pantalón de mezclilla y el brasier de Mariana, arrojados a un lado del cuerpo desnudo, la investigación adquirió un matiz distinto y entonces presumieron el abuso sexual.

Los trabajos de los Servicios Periciales, de acuerdo con datos extraoficiales, comenzó con la búsqueda de huellas dactilares en los objetos localizados en la zona del hallazgo. Tras la necropsia de ley presumieron que el crimen fue cometido en ese miso sitio.

En el estudio del cuerpo de la joven detectaron huellas de sometimiento y forcejeo, así como un fuerte golpe en la cabeza realizado por un objeto pesado, como una piedra, que habría provocado su muerte. Con esos datos reconstruyeron la mecánica del homicidio y después, con ayuda de testigos, identificaron a lo posibles responsables. A los dos los detuvieron el lunes en el estacionamiento de la Preparatoria 1, de Cuernavaca. El viernes por la mañana fueron presentados ante el juez en Audiencia inicial.

 

Se negó a tener relaciones

Mariana tenía 21 años, los había cumplido el 19 de marzo, era de complexión atlética y tenía una estatura aproximada a 1.70 metros. En la reconstrucción de su desaparición y posterior hallazgo sin vida, las versiones de sus amigos coinciden que el jueves 9 de mayo, cerca de las 18:00 horas, la chica acudió a la UAEM para su práctica de futbol americano femenil con su jersey número 23.

A su salida del entrenamiento, a las 20:00 horas aproximadamente, habló con sus familiares y comunicó que iría a comer tacos y que llegaría a su casa más tarde de lo habitual.

Sus amigos cercanos se dieron cuenta de la desaparición porque fueron llamados por la familia de Mariana. Luego se percataron de que la joven posteó en su red social de Instagram fotos de las prácticas de futbol americano, así como una gráfica en la que viste su uniforme deportivo y posa al lado de un auto. El post duró hasta las cinco de la mañana, aproximadamente. Después no supieron nada de ella.

La Fiscalía General del Estado confirmó que entre sus líneas de investigación resalta la visita de Mariana a un bar de la avenida Universidad, en donde habría coincidido con varias personas.

El reporte oficial mantiene en reserva lo que sucedió después que los estudiantes y Mariana salieron del bar rumbo al circuito vial de Santa Fe, sur del estado, pero suponen que cuando llegaron a ese sitio Mariana se negó a mantener relaciones sexuales y por eso la habrían violentado físicamente y privado de la vida posteriormente.

El feminicidio de Marian fue difundido y lamentado por Venados Black en su cuenta de Facebook pero el lunes pasado el equipo de tocho se deslindó de Mariana y precisó que fue parte de los Venados Black en 2017, pero posteriormente dejó de pertenecer al mismo y de asistir a entrenamientos y los partidos jugados, “aunque siempre se mantuvo la relación de amistad”, dice el texto colgado en su cuenta oficial.

El tema desconcertó a sus amigas porque Mariana compartió con ellas una foto del 25 de marzo pasado con su vestuario de los Venados y un balón de futbol americano.

 

Detenciones

El lunes, cuando los agentes obtuvieron los testimonios que identificaban a los estudiantes y los indicios encontrados en botellas y envolturas de frituras, detuvieron a Enrique “N” y su compañero L.A.B.B de 17 años, en el estacionamiento de la Preparatoria.

En un video que circuló en redes sociales se ve cuando los agentes ministeriales suben al menor de edad a un auto compacto en el cual ya lo esperaba Enrique “N”, detenido momentos antes.

En paralelo otro grupo de agentes y elementos de la Coordinación General de Servicios Periciales catearon los domicilios de los bachilleres en la Colonia Antonio Barona y Santa Martha, ambas en Cuernavaca. En la primera localizaron prendas de vestir, credenciales y pertenencias de la víctima y en la segunda distintas tarjetas y otros objetos de la víctima, además aseguraron un auto Nissan tipo Tsuru, color blanco, sin placas de circulación, en cuyo interior los peritos recabaron muestras de aparente tejido hemático.

Ambos estudiantes fueron llevados ante el Ministerio Público en calidad de presentados y posteriormente se ejecutó la orden de aprehensión por su presunta responsabilidad en el delito de feminicidio. El adolescente fue internado en el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) y Enrique “N” en el Cereso Morelos.

La UAEM se reservó su opinión sobre la detención de sus alumnos pero al divulgarse el video emitió un comunicado de prensa para condenar la violación de la autonomía universitaria, así como el presunto exceso de la fuerza para detener a los estudiantes.

Al respecto el expresidente de la Barra de Abogados de Morelos, Carlos de la Rosa Segura, afirmó que el reglamento de la UAEM sólo establece autonomía financiera y académica para la máxima casa de estudios.

“No se violentó ninguna autonomía, al contrario la Universidad debería coadyuvar en estos casos lamentables. Imagínate si cierran la escuela e impiden la detención de los alumnos”, dijo De la Rosa Segura.