Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 22 de enero.- Con la reforma laboral aprobada en abril pasado, los sindicatos están obligados a cumplir con la Ley Federal del Trabajo, de lo contrario no tendrán toma de nota en las revisiones de contrato, advirtió la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Luisa María Alcalde Luján.
Durante la firma del acuerdo con el Ejecutivo estatal para la implementación de la Reforma laboral aprobada por la Cámara de Diputados y el Senado de la República, destacó que la reforma busca rescatar la negociación autentica entre trabajador y patrón, que haya equilibrios en las revisiones salariales y contractuales así como legitimidad de los sindicatos cuando representan a los trabajadores.
Morelos entrará en la segunda etapa de implementación y a partir de octubre del 2021 abrirán las puertas los tribunales laborales, el Centro de Conciliación Local y el Centro Federal de Conciliación y Registro para todos los procedimientos relacionados con los registros sindicales, depósitos de contratos colectivos y las constancias de representatividad.
En el estado hay más de 300 organizaciones sindicales que tienen vida activa y de las cuales apenas un 15 por ciento modificó sus estatutos, por ley tienen hasta el mes de abril para cambiar sus ordenamientos internos, y en caso de no hacerlo no será posible reconocer actos realizados como revisiones contractuales.
El tema laboral se pone en la agenda principal porque busca un cambio cultural de cómo se han manejado las relaciones entre empresas y trabajadores y la impartición de justicia en el tema laboral que no se ha logrado en los últimos 100 años, recalcó Alcalde Luján.
Entre los retos destacan el poder empatar la reforma laboral con las leyes locales como es homologar las normas a la reforma publicada el primero de mayo, a la reforma constitucional; capacitar a los sindicatos, empresarios, perdonal de Recursos Humanos y a los propios trabajadores.
“Son tiempos de cambio porque pasamos de un modelo de control de corporativismo donde difícilmente quien lo representa en una negociación colectiva o un modelo de libertades y democracias, donde en el centro están los trabajadores; hace años era complicado que los trabajadores pudieran intervenir en las decisiones de quien los va a representar en la negociación colectiva, y hoy eso significa un cambio de cultura en los propios sindicatos que deben conocer sus obligaciones sobre la reforma a sus estatutos y adecuarlos a las nuevas reglas democráticas”.
Otro reto, dijo, es transitar de las Juntas de Conciliación y Arbitraje a la creación de Tribunales laborales especializados y con independencia porque en el modelo viejo los procedimientos tardaban hasta ocho años en resolverse por eso se busca transitar a un modelo moderno, ágil y en presencia de un juez.