Por Leticia Villaseñor

Jojutla, Mor., 19 de julio.- Luca Joan nacerá en noviembre próximo. Fue concebido unos meses después del terremoto del pasado 19 de septiembre. Sus padres Juan Carlos y Cynthia vivían en un pequeño cuarto en una esquina dentro del terreno familiar.

La casa de los padres de la joven y de sus dos hermanos, así como su vivienda improvisada se vino abajo aquel miércoles cuando el reloj se detuvo en la 1:14 pm.

Don Ángel estaba en su casa, en el corazón de la colonia Emiliano Zapata, se disponía a pintar el baño mientras su esposa Ana, maestra jubilada, atendía un puesto pequeño de ropa y accesorios usados en el mercado Margarita Maza, en el centro de Jojutla. Con ella estaba Gabriel, el más pequeño de los tres nietos de apenas dos años.

La mayor de sus hijas, Angela, estaba en camino a la escuela de sus dos hijos en las afueras de la ciudad, Cynthia estaba en su trabajo, Israel en el restaurante cerca de la Alameda donde trabajaba como mesero.

Cuando sintió el violento movimiento salió de su casa y fue testigo de como en segundos la Zapata se vino abajo, sus modestas viviendas, la tienda de la esquina, la casa de sus vecinos, la iglesia a unos cuantos pasos de su morada, la barda de la escuela frente a ésta seguido de los salones.

En el mercado, Doña Ana tomó a Gabriel en sus brazos pero cayó al piso con todo y el bebé. La gente aterrada ignoró el “bulto” en el piso y pasó sobre ella, sólo un hombre le arrebató al niño y le ayudó a pararse, la sacó casi a rastras del mercado y una vez fuera vio el caos, gente que corría en todas direcciones, llorando, gritando, con polvo y sangre encima, unos más que pedían ayuda desesperados.

La impresión del arrase del sismo le impidieron tener la lucidez con la que cuenta su historia, le obsesionó regresar al mercado para cerrar su pequeño local. Con Gabriel en brazos volvió a entrar al mercado en penumbras, ahí se topó con su hijo Israel quien la previno de que el local estaba cerrado y que iría con sus amigos a ayudar donde se necesitara.

A doña Ana le tomó más de una hora caminar las seis cuadras que separan el mercado de su casa, en el trayecto se encontró a su hija Cynthia quien le dio noticias de su hermana y sus otros dos nietos, todos estaban aterrados pero a salvo.

A unos pasos de llegar a lo que fue su hogar se dio cuenta que sólo quedaron los recuerdos, lo material quedó sepultado.

La familia Flores encontró cobijo con sus consuegros, de posición alta, quienes les acondicionaron una especie de bodega para que toda la familia pudiera guarecerse. No pasaron ni hambre ni vivieron las inclemencias del tiempo.

Los días pasaron y el despertar se hizo amargo para los damnificados por un censo aprisa de las autoridades federales, equivocaciones, retraso en la entrega de las tarjetas del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y noticias de constructoras que defraudaron a sus vecinos.

Al paso del tiempo iniciaron la construcción de las cuatro viviendas en el predio de la familia Flores, ya que el terreno está fraccionado y cada uno tiene sus escrituras.

Un error en la emisión de las ansiadas tarjetas retrasó la entrega de la primera casa de la familia Flores, la de Cynthia y Juan Carlos. Construyeron entonces la de su hermana Angela, luego la de Israel, después terminaron la suya. Pasaron un par de meses antes de que Unidos por Morelos y la Fundación Carlos Slim les entregara las llaves, una vez que sortearon el burocratismo.

Doña Ana y Don Ángel están a la espera de que inicie la construcción de lo que será su nuevo hogar, sus hijos insisten en que en cualquiera de las tres casas hay espacio para ellos pero los abuelos quieren su independencia y dejar a los jóvenes tener su intimidad.

Juan Carlos y Cynthia no ocultan su felicidad. El embarazo de la joven es de alto riesgo y no tener casa le alteraba en demasía.

“Ahí tenemos un colchón, lo demás ya veremos”, vamos a traer la cuna para Luca Joan, dice con una sonrisa la joven madre primeriza que le abarca el rostro.

Ahora la pareja se ocupa de seguir las instrucciones del médico para que su primer hijo nazca, según lo previsto, el próximo 2 de noviembre, ajeno a la tragedia, ajeno al dolor.