Por Oswald Alonso

CUERNAVACA, Mor., 16 de mayo.- En el año 2000, la entonces procuraduría estatal acusó al exjefe antisecuestro (1994-1998) Armando Martínez Salgado, del secuestro y muerte del exelemento de la Policía Ministerial José Alberto Guadarrama García, y 16 años después la justicia morelense no solo no lo ha sentenciado sino que está al principio del proceso: Sólo ha dictado auto de formal prisión.

El 27 de enero de 1998 elementos de la desaparecida Policía Federal de Caminos, detuvieron al Jefe de la Unidad Antisecuestro de Morelos  Armando Martínez Salgado, junto al comandante y agente Jacinto Armendáriz Rosas y Fidel Pascual Espinoza López, respectivamente. Tiraban en el  kilómetro 83+600 de la carretera México-Iguala el cadáver de Jorge Nava Avilés, un presunto secuestrador. Este hecho generó la dimisión del entonces gobernador Jorge Carrillo Olea, mientras que Martínez Salgado fue sentenciado y confinado en el penal de máxima seguridad del Altiplano.

Dos años después de la detención de Armando Martínez Salgado,  la procuraduría morelense lo acusó de haber sido el responsable de la desaparición y muerte de su subalterno el elemento antisecuestro José Alberto Guadarrama García.

14 años después, el 31 de octubre de 2014, el Juzgado Tercero Penal de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial le dictó en el proceso 04/2000 auto de formal prisión, por los delitos de homicidio, secuestro y asociación delictuosa.

Su defensa apeló pero el 10 de junio del 2015 la sala auxiliar del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), confirmó la sentencia. Entonces el excomandante decidió recurrir a la justicia federal que más tarde le dio la razón parcialmente.

Inició un juicio de amparo indirecto 1738/2015-II en el Juzgado Segundo de Distrito, juzgado que lo amparó y protegió el 14 de enero de 2016, pero además ordenó a la sala auxiliar retirar el auto de formal prisión, los cargos de secuestro y privación ilegal de la libertad porque no se acreditaron los delitos.

José Alberto Guadarrama García fue privado de la libertad en marzo de 1997. Según su mamá Elvira García Avelar, y tres testigos más, tres hombres y una mujer se lo llevaron minutos después de haber salido de su casa con rumbo a su trabajo, dicen que eran pasado las 5:00 horas de la madrugada.

En la reconstrucción de los hechos la justicia federal dio cuenta que Guadarrama García fue interceptado por dos hombres, con los que forcejeó y logro escapar pero fue sometido cuando recibió por lo menos dos impactos de arma de fuego.

Entonces fue subido a un auto tripulado por una mujer y un hombre más. De él no se volvió a saber más hasta qué fue localizado un cráneo, las pruebas de ADN realizadas el resto humano y a los padres dio positivo, se trataba de José Alberto.

Un testigo clave del caso, otro elemento del grupo antisecuestro, reveló en la investigación que José Alberto Guadarrama había sido llevado a una casa de seguridad del grupo antisecuestro, pero nunca dio a conocer las razones. Después fue asesinado.

El caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la que ordenó la reparación de daño a pesar de que el proceso, 16 años después, se encuentra en su etapa inicial.