Por Diana Valderrábano
Cuernavaca Mor., a 3 de marzo.- En México el 42 por ciento de la dieta de los hogares consume alimentos procesados como el queso, el yogurt, los embutidos, alimentos en conserva y el 23 por ciento consume (alimentos ultra procesados), es decir, los fritos, las tostadas, bebidas azucaradas, pan dulce, cereales, los aceites, golosinas, papas tipo sabritas y comida rápida, informó Mariana Romo, especialista en nutrición en el marco del 17 Congreso de Investigación en Salud Pública cuya sede fue el Instituto Nacional de Salud Pública.
De acuerdo al proyecto de investigación de la especialista, elaborado con datos del INEGI de 2013, México es el primer país de Latinoamérica que compra alimentos ultra procesados, aunque estamos por debajo de países como Estados Unidos o Canadá el consumo de estos alimentos va en aumento.
En México una persona compra alrededor de200 kilogramos de alimentos ultra procesados al año, mientras que Estados Unidos 700 kilogramos, informó.
“Esto es preocupante porque no le demos la importancia que se merece a la nutrición, es necesario que se promuevan alimentos naturales y no compren alimentos ultra procesados por falta de tiempo, por no levantarse más temprano comemos lo que sea”, dijo Mariana Romo.
Los resultados del estudio arrojaron que los alimentos ultra procesados están disponibles en los hogares donde el jefe de familia es hombre menor a los 34 años de edad y cuenta con licenciatura, que tienen seguridad alimentaria y que viven en ciudades o tiene patrones modernos, explicó la nutrióloga egresada de la UAM Xochimilco de Ciudad de México.
“El consumo de alimentos ultra procesados implica que el cuerpo consuma un 10 por ciento de proteínas y el 70 son carbohidratos estos producen energía pero su no tenemos actividad física se acumulan y se convierten en grasa, por eso hay tanta obesidad en México y si le sumamos los niveles de sodio, esto repercute en problemas de hipertensión arterial y retención de agua”, alertó.