Por Justino Miranda
Cuernavaca, Mor., 18 de marzo.- Desde la catedral de Cuernavaca el obispo Ramón Castro Castro afirma que la reunión que sostuvo con políticos, académicos y representantes sociales que aspiran a la gubernatura, tiene el objetivo de recobrar la paz y de combatir la impunidad y deshonestidad que practica el gobierno del estado, como pedir el 30% a los empresarios que realizan obra pública en la entidad.
“Se reunieron aquellos con los que pude comprobar que quieren un Morelos mejor. No meto las manos al fuego pero al menos dijeron que quieren un Morelos mejor y eso para mi fue suficiente y espero que así sea”, expresó.
Castro afirma que su participación en la mesa no transgrede la ley porque el Concilio Vaticano faculta a los pastores iluminar con su pensamiento y formar conciencias para que sepas decidir y usar su libertad. A la reunión también fue invitada la senadora Lizbeth Lecona, del PRI, pero no llegó, precisó.
El jerarca católico niega que los participantes en la reunión cuenten por adelantado con su bendición para contender por la gubernatura en el 2018, pues simplemente los llamó por amor a Morelos. «Que trabajen y demuestren sus cualidades y que el pueblo decida quién es, si esta ahí que bueno si no esta bendito sea Dios”.
En la antesala de su oficina, el obispo dice que lo más grave en Morelos es que el gobierno no reconoce la realidad del estado sobre todo cuando divulga que vamos bien. “Veo que hay un cáncer social y aquellos que deberían trabajar para que esto sane no lo hacen”, señala.
Parte de ese cáncer, ejemplifica, son los secuestros, asesinatos, violencia, corrupción, trata de blancas e impunidad, documentados por el mismo en las visitas que realiza en las parroquias del estado.
Entonces acusa a la administración de Graco Ramírez de incurrir en actos deshonestos al pedir a algunos empresarios de la construcción el “moche” del 30% por la realización de obras públicas. Castro dice que dos empresarios foráneos, amigos suyos, y él mismo fueron sometidos a esta práctica irregular por parte del gobierno estatal.
Los empresarios se negaron a entregar el porcentaje solicitado y declinaron a la obra estatal, en tanto que monseñor Castro dijo que pensó renunciar a los recursos federales antes de dar el «moche» pero al final los recursos fueron canalizados a través del ayuntamiento de Cuernavaca, donde le respetaron el total de los recursos para rehabilitar la catedral de Cuernavaca.
¿Y por qué no presentaron denuncia?
“Porque tienen miedo. Por que todo mundo aquí, en general, no todos, tienen miedo, porque apenas se dice algo en contra del gobierno hay persecución, calumnia o demanda. Si estos que estoy diciendo me va a costar muy caro, pero no me importa”, dice el prelado.
El miércoles el obispo conformó un bloque “Contra la impunidad en Morelos” con la participación de políticos de Morena, PES, PRI, PAN, el rector de la UAEM, Alejandro Vera y representantes sociales.
La mayoría tiene diferencias políticas con el gobernador Graco Ramírez principalmente por su posición crítica hacia los programas de seguridad pública, y señalamientos de actos de corrupción.
Esta es la segunda ocasión que el obispo concita reuniones anti Graco. En agosto de 2016 organizaciones civiles y el rector Alejandro Vera utilizaron un salón de la catedral para armar una campaña contra el mandatario morelense.
Aquella vez el obispo fue acusado ante la Secretaría de Gobernación y ofreció disculpas pero siempre, dice, sus acciones son comunicadas al Episcopado mexicano y la Nunciatura Apostólica y cuenta con su apoyo.
“Hace algunos meses varios obispos dijeron ‘lo que quieran con monseñor Ramon, con nosotros’. Se que estoy apoyado por el Episcopado porque somos un solo cuerpo. Frecuentemente el Secretario General, Monseñor Alfonso Miranda, me llama y me dice ¿cómo esta? ¿Qué podemos hacer?, ¿En qué podemos ayudar?”.
Afirma que con el Nuncio anterior el gobierno de Morelos acudió para pedir su cambio de diócesis pero no pasó nada, lo que fue interpretado como un reconocimiento a su trabajo apostolado.
¿Y si lo acusan otra vez?
“¡Que me lleven a la cárcel! Le aseguro que mi pueblo me va a defender y que me jalen las orejas por ser profeta, que me las jalen pero una cosa es cierta. Hace un año alguien me navajearon la llanta izquierda por dentro, hubiera sido un accidente perfecto si no lo descubrimos”, narró.
Por otra parte el obispo afirma que son falsos los señalamientos del gobernador Graco Ramírez, en el sentido de que fomenta la desestabilización social en el municipio de Tepalcingo por incumplir acuerdos con los mayordomos sobre la realización de fiesta patronal que deja unos 8 millones en limosnas.
“Dicen que robé arte sacro de Tepalncingo, una custodia que, si existió, desapareció hace ocho años y yo tengo 3 años y medio aquí. Me acusan de protector de pedofilos. Cuando estaba aquí alguien me escribió y me dijo su caso sucedido en Campeche. Le dije que lo resolviera allá.
«Me acusan de recibir 75 millones de pesos pero los recursos federales bajan al gobierno estatal y o municipal, yo pedí que llegaran al municipal, y les dije que no ‘pellizcaran’ nada y que hicieran la caridad para un patrimonio que se está cayendo”, relató.
Sobre la cancha de tenis que supuestamente él se construyó en el Seminario de Cuernavaca explicó que la edificación comenzó en 2014 y concluyó en este mes para el Seminario y los seminaristas, pero también la usa. Lo señalamientos son parte de esa persecución, dijo.
¿Qué tipo de gobernador requiere Morelos en estos momentos?
“Alguien que ame Morelos, que no lo saquee, que no sea corrupto, que trabaje por la paz, que atienda a los enfermos. Una persona que se preocupe verdaderamente por ir al problema, al fondo de los problemas y decir vamos a trabajar”, remató.