Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 8 de octubre.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) inició una queja de oficio tras el fallecimiento de un reo por tuberculosis en el penal de Atlacholoaya y solicitó a la Secretaría de Salud implementar acciones para evitar un brote de esta bacteria que puede contagiar a personas privadas de su libertad, custodios y familiares.
Así lo confirmó el presidente de la CEDH, Israel Hernández Cruz y agregó que hasta el momento solo se ha registrado un caso de tuberculosis, pero solicitaron los informes sobre el tema porque la Comisión Estatal de Seguridad (CES) informó que el fallecimiento del interno fue a consecuencia de un paro cardio respiratorio.
El ombudsman morelense dijo que acudió al penal luego de la riña que se registró ayer entre los internos, ya que en el contexto de la pandemia por el Covid-19 los fallecimientos en general van en aumento por lo que solicitó información detallada de la muerte del reo, pero en el penal se le negó la entrada al señalar que la causa de muerte fue por tuberculosis.
“En el penal me recibió la doctora Maira Rodríguez y le pedí me permitiera ver las diligencias de levantamiento que practicaba el Servicio Médico Forense (Semefo), me restringió la entrada al aducir que la casusa de muerte del reo fue por dia gnóstico de tuberculosis, que recibieron desde el lunes por eso se inició una queja oficiosa y la solicitud de medias precautorias para evitar que se registre un brote de esta bacteria”, refirió en entrevista.
Sobre la situación del penal, Hernández Cruz destacó que desde hace unos meses realizaron solicitudes de medidas cautelares para que se identifiquen las causas que pudieran motivar más riñas y evitar enfrentamientos, por lo que la CES implementó acciones de traslado a otros centros de reinserción bajo la idea de tener mayores condiciones de seguridad, sin embargo, el centro penitenciario sigue siendo de riesgo.
Dijo que a inicios de año emitieron el diagnóstico del penal y éste obtuvo una calificación reprobatoria de 4.7, lo cual dejó en evidencia que existe una falta de personal de custodia porque en una medida nacional debe haber un custodio por cada ocho personas privadas de su libertad, pero en el penal de Morelos hay 33 personas privadas por cada custodio lo cual genera condiciones de ingobernabilidad, corrupción y complicidad para la introducción de objetos punzocortantes.