Los familiares de Fernando Báez Sosa claman justicia.
Por BBC News Mundo
Este lunes 2 de enero comenzó el juicio a 8 jugadores de rugby acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, Argentina, en enero de 2020; un caso que conmocionó a esa nación sudamericana hace dos años y cuyo proceso legal -con el testimonio del padre de la víctima- ha vuelto a conmover al país. Aquí te presentamos la historia que publicó BBC Mundo pocos días después del crimen.
«Es lamentable lo que hicieron con mi hijo. Es una injusticia».
Son las palabras de Graciela Sosa, madre de Fernando Báez Sosa, asesinado la madrugada del pasado sábado presuntamente a manos de un grupo de jugadores de rugby en Villa Gesell, Argentina.
El joven de 19 años salía de un local nocturno en la localidad balnearia bonaerense cuando fue interceptado por los rugbiers, quienes lo habrían golpeado brutalmente hasta la muerte.
«Se merecen que paguen todo eso que le hicieron. Le arruinaron su vida», agregó entre lágrimas su madre en el velorio del que era su único hijo, exigiendo que el caso «no quede impune».
La autopsia del cuerpo de Báez Sosa determinó que la causa de la muerte fue un «fuerte traumatismo de cráneo».
Once chicos de entre 19 y 21 años se encuentran detenidos tras el asesinato, la mayoría de ellos jugadores del Club Náutico Arsenal de Zárate, ubicado en las afueras de la capital argentina.
Hasta el momento, casi todos los acusados se han negado a declarar, excepto Pablo Ventura, quien, a diferencia del resto, fue detenido en Zárate.
“Salieron y fueron directo a buscarlo”
Según el diario argentino La Nación, los abogados les habrían pedido a los amigos de la víctima no dar declaraciones a la prensa «para no entorpecer la causa».
Pero de acuerdo a una de las fuentes del periódico, todo habría empezado con una pequeña disputa dentro del local.
«Le quisieron pegar a uno de los chicos y Fernando los quiso separar. Se generaron algunos empujones y por eso lo echaron a Fernando y a sus amigos de Le Brique (el nombre de la discoteca)».
Según la misma fuente, una vez fuera del club, Báez Sosa y sus amigos estaban sentados en una vereda esperando a otros dos compañeros para abandonar el lugar, antes de que se produjera el ataque.
«Uno había ido a hacer pis y otro todavía estaba adentro (…) Es ahí cuando salieron los rugbiers y fueron directo a buscarlo a Fernando».
Algunos de los amigos de la víctima que intentaron frenar la pelea también recibieron fuertes golpes en la cara y la cabeza.
“Mami, te quiero”
En diálogo con la prensa a las afueras de su residencia en el céntrico barrio bonaerense Recoleta, la madre de la víctima habló de la última comunicación que tuvo con él.
«La última vez que tuve contacto con él fue por mensaje. Le pregunté cómo estaba, y me respondió que se encontraba muy bien. Luego me dijo: ‘Mami, te quiero’. Esa fue la última vez que me contacté con él», dijo entre lágrimas.
Graciela Sosa aseguró además sentirse «muerta». «Era mi único hijo».
Fernando se había inscrito en la Universidad de Buenos Aires para estudiar Derecho. Su madre lo recuerda como «un chico bueno, decente, servicial. No se merecía esto: nadie se merece esto».
“Pégale dale, lo vas a matar”
Tatiana, la encargada de manejar las redes sociales de Le Brique, fue testigo del ataque y relató en una entrevista con el canal de televisión local Todo Noticias los hechos.
«A eso de las cinco y media de la madrugada yo salí del boliche y lo vi a Fernando que estaba sentado, rodeado de sus amigos. En ese momento aparecen estos chicos y empezaron a pegarles, de la nada», contó la joven de 17 años.
«Eran una máquina de golpear, no les importó nada», continuó la joven de 17 años.
Ella también recuerda cómo otros jóvenes inconscientes, «más inconscientes que ellos (los rugbiers)», gritaban «pégale dale, lo vas a matar, dale que vos podes».
Walter Mércuri, el fiscal que inició las investigaciones por el asesinato del joven, le dijo en una entrevista con Todo Noticias que los rugbiers habían actuado con «premeditación» y «tenían un plan».
Mércuri también afirma que dos de ellos ultimaron al joven cuando estaba desmayado en el piso proporcionándole una patada «que según la autopsia fue mortal».
“Nadie es más que nadie”
Tras el asesinato, el fiscal pidió la detención formal de los 11 acusados ante el juez Leopoldo Mancinelli por «homicidio agravado por participación premeditada de dos o más personas», el cual explica que tiene una pena de prisión perpetua.
Igualmente explica que dos de los sospechosos están acusados como «coautores». «Se ve clarito en las imágenes que ultiman a la víctima cuando está desmayada en el piso», agrega.
Varios videos de la riña han sido publicados en las redes sociales.
Nancy, una prima de la víctima, recalcó que «no había un motivo real para que le peguen de esa manera».
«Si hubo una pelea o un roce, no justifica que se pongan entre diez u once personas con un chico solo», prosiguió, haciendo un llamado a todos los padres a que reconsideren cómo crían a sus hijos.
“Nadie es más que nadie para hacer semejante acto de violencia, por creerse superior, por tener un poquito más”, concluyó.