Por la redacción
CUERNAVACA, Mor., 16 de octubre.- El Consejo de Honor y Justicia de la Policía Municipal de Jiutepec, concluyó que, cuatro de sus elementos no torturaron a seis ciudadanos que terminaron quemados y hospitalizados luego de haber sido detenidos y trasladados a la sede de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) en el mes de abril.
Pero si fueron sancionados administrativamente. El dictamen establece que en la investigación solo encontraron pruebas de haber sido omisos por no cuidar la integridad de los detenidos; en consecuencia, los suspendió de sus funciones 30 días, sin goce de sueldo.
El director de Asuntos Internos de la policía municipal, Alberto Rubio Ruiz, argumentó que los ciudadanos víctima, no señalan a los policías municipales como culpables de los actos de tortura sino de haber sido quienes únicamente los trasladaron a Torre Morelos y entregaron a policías estatales.
En todo caso, afirmó los policías municipal solo entregaron a los detenidos acusados de portación de arma, a los estatales, quienes habrían sido los que introdujeron al sótano de dicha corporación para torturarlos a los detenidos.
En el documento dado a conocer este jueves, establecen que será el gobierno estatal quien se encargue de la reparación de daño a las víctimas pues de las propias declaraciones de los seis detenidos se conoce que son estatales los agresores
El reencuentro de los seis amigos
Los seis amigos tomaban cerveza después de que algunos tenían años de no verse. El reencuentro fue fatal. Minutos después en un gran operativo por parte de la Policía Estatal, fueron detenidos tras acusarlos de ser sicarios al servicio de una organización criminal.
Era la tarde del 14 de abril de este año cuando después de haber comprado cerveza en un local del municipio de Jiutepec, fueron subidos a golpes en una patrulla, los trasladaron juntos a los sótanos de Torre Morelos, sede de la Comisión Estatal de Seguridad (CES).
Antes fueron golpeados e interrogados durante el traslado.
-¿a qué organización perteneces?
-¡me estoy quemando!
-no te hagas pendejo, dinos!
Ya en el sótano con la cara tapada recibieron tortura. Los elementos de Mando Único, con capuchas en el rostro, metían sus caras en un recipiente con agua, a la par toques eléctricos en abdomen y testículos. El interrogatorio fue largo, cuentan las víctimas.
Tres de ellos, terminaron en el hospital con lesiones que ponían en peligro su vida. Otros fueron puestos a disposición del ministerio público federal en la delegación de la PGR; todos después liberados. También, todos, con marcas que les dejó el nuevo método de investigación del comisionado Estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra.