*Hoy marcharon maestros para exigir justicia por ese crimen.

Esa mañana del jueves siete de diciembre la hija de la profesora Alejandra Soto Casillas, de 32 años, gritó a sus asesinos: ¡no maten a mi mamá, no maten a mi mamá!, pero la súplica de la niña de nueve años fue en vano.

La tía de la docente, Rosalinda Casillas Amezcua, relató la tragedia suscitada afuera de la escuela primaria Aquiles Serdán, en el momento que los asesinos la despojaron de su camioneta y huyeron.

Alejandra Jarillo Casillas era madre soltera, el único sostén y compañía de la menor que vio la forma en la cual fue asesinada su madre.

Hoy la niña vive con sus abuelos, señala entre lágrimas la directora del colegio Aquiles Serdán, Rosalinda Casillas Amezcua, quien reclamó justicia y seguridad en Cuernavaca.

“Mucha gente dice que ella se opuso a dejar la camioneta, pero no es verdad porque lo único que quería era que su hija bajara de la camioneta. Cuando vio que su hija había bajado entregó las llaves al delincuente, sin embargo, fue asesinada”, contó la tía de la víctima.

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