Por JUSTINO MIRANDA
JOJUTLA, Mor. 19 de febrero.- Desde la coraza de su estancia infantil ‘Pekes y Pekas’, Wendy Medina Quintanilla responde a las críticas surgidas sobre la supuesta falta de experiencia del personal de estos centros para proteger a los niños en casos de siniestro o contingencias naturales.
“Tenemos la experiencia para trabajar con niños. No estamos improvisadas. No somos personas que nos aventamos a ver qué sale”, dice Wendy con casi 12 años al frente de esta estancia de la zona cero de Jojutla, sur de Morelos, donde el sismo de septiembre de 2017 colapsó varios edificios.
Esa tarde la estancia alojaba 60 niños y ninguno resultó con daños, nada de los artículos u objetos didácticos cayeron sobre ellos o al suelo porque los anaqueles y estantes están sujetados a las paredes, como lo exige la norma oficial.
Dos de 13 estancias infantiles resultaron con daños severos por el sismo pero fueron reparados de inmediato para continuar como morada de los pequeños, mientras los padres de familia ayudaban en el retiro de los escombros o buscaban refugios para las familias que perdieron todo con el movimiento telúrico.
“Venían por parte de la Sedesol y el DIF para supervisarnos porque para operar tenemos que cubrir ciertas normas y criterios como capacitación en Protección Civil, primeros auxilios y evacuación de edificios.
“No somos ningunos improvisados, estamos preparados para cualquier tipo de contingencia, por ejemplo en el temblor fue una sacudida muy fuerte. Tenemos un dictamen estructural, eléctrico y cada año hacemos nuestro programa de Protección Civil. Tenemos nuestras brigadas y contamos con todo lo necesario”, dice Wendy en su estancia Pekes y Pekas de la colonia Centro en Jojutla, Morelos.
La situación de las estancias infantiles comenzó a preocupar a los propietarios de estos centros porque desde enero no tienen ingresos del Gobierno Federal, y algunos como Pekes y Pekas se vieron obligados a elevar la cuota de los padres de familia y de 550 pesos que pagaban hasta enero ahora pagan 900 pesos.
El incremento comienza tener sus efectos porque varios padres de familia sacaron a sus hijos de las estancias; Pekes y Pekas vio partir a 17 de sus alumnos cuyos padres se declararon insolventes para continuar con el pago.
Algunos propietarios de estancias infantiles buscaron el apoyo del PRD y desde la dirigencia estatal pidieron al presidente dar marcha atrás al recorte presupuestal.
El líder del PRD Morelos, Matías Quiroz, dijo que la medida votada por legisladores de Morena repercutirá en la vida de 10 mil 457 niños de Morelos que asisten a estancias infantiles en 371 centros del Estado.
El recorte presupuestal al programa, dijo a su vez Wendy Medina, impactó de manera tremenda y ahora no saben cuál será su situación.
“Hay tantos rumores de que ahora somos particulares y no sabemos quien nos va a supervisar, pero lo que el Gobierno pretende es que nos incorporemos al Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) para manejarnos como particulares. Llevamos dos meses trabajando sin subsidio y no sabemos hasta cuándo podemos aguantar”, lamenta.
¿Tiene algún mensaje para el presidente?
A AMLO lo invito a visitar la estancia cuando guste. Las puertas están abiertas. Que venga a ver cómo trabajamos, qué hacemos, cómo subsistimos, qué tipo de padres atendemos. Que nos conozca realmente, que no se deje llevar por lo que le dicen o por lo que dicen. Entre a una estancia y vea la labor que hacemos y vea cómo trabajamos con los niños”, invita Wendy.
¿Pero ustedes están preparados para atender niños?
“Todo mi personal esta certificado con la norma para educación inicial. Aquí trabajamos motricidad fina, motricidad gruesa, socialización, es una educación inicial que se les da pero si los niños se entregan a la vecina o los abuelitos seguramente serán entretenidos con la televisión.
“Aquí hay alimentación balanceada, con verduras, con dieta de un nutriólogo. En casa les darían lo que puedan y hasta podría subir la obesidad infantil”, advierte.