Por Antonella Ladino

El obispo de Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza salió de su domicilio, se detuvo en una tienda de conveniencia a comprar una botella de agua y posteriormente perdió el conocimiento, afirmó su representante legal, Luis Alberto Vázquez Cisneros.

El abogado rechazó las declaraciones del Comisionado Estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, quien afirmó que el obispo ingresó por su voluntad a un motel acompañado de un hombre.

En entrevista, luego de que el obispo Salvador Rangel abandonó el hospital Morelos, Vázquez Cisneros, expresó que son manifestaciones desatinadas las declaraciones del comisionado de seguridad y atribuyó a un tema político por el proceso electoral para mandar un mensaje de que en Morelos no hay violencia.

Además, acusó que la Fiscalía de Desaparición de Personas pretendía retenerlo en el hospital Morelos, para que rindiera su declaración como parte del protocolo por un delito que se persigue de oficio.

Sin embargo, dijo que el obispo emérito logró abandonar el hospital sin declarar ante el Ministerio Público (MP), porque está en su derecho.

Comentó que su estado de salud es delicado a consecuencia de los golpes que recibió y de las sustancias que le pudieron introducir de manera involuntaria.

“No está en estado de gravedad, pero sí delicado por los golpes que recibió”, afirmó.

Agregó que dentro de una semana se reunirá con el obispo de Chilpancingo para analizar qué acciones tomar.