Por Diana Valderrábano
Cuernavaca, Mor., 19 de abril.- La creación de un insecticida para matar al mosquito Aedes aegypti, transmisor de dengue, zika y chikungunya, vacunas para tratar enfermedades autoinmunes, tales como la psoriasis, artritis reumatoide o esclerosis múltiple e, incluso, rechazo de órganos e insecticidas para el campo, son parte de las cinco patentes que obtuvo el Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 2015.
Mario Trejo, secretario Técnico de Gestión y Transferencia de Tecnología de la entidad, informó a través de un boletín de prensa que gracias a las investigaciones relacionadas con las toxinas Cry –producidas por Bacillus thuringiensis–, que combina dos cepas de esa bacteria para matar al mosquito Aedes aegypti, transmisor de dengue, zika y chikungunya.
“Se trata de pellets que contienen esporas y cristales de esa bacteria y un atrayente; se colocan en los cuerpos de agua, como piletas o en recipientes donde la gente acumula el líquido para consumo o en lugares rurales, donde el insecto se reproduce. Las larvas del insecto comen de las “mini croquetas” y mueren.
Aclaró que no se disuelven en el agua y lo importante es que no la contamina; para el consumo, sólo se hacen a un lado y pueden permanecer varios días. “Con esto, al menos se reduce o controla la población del mosquito que ahora tiene mucho impacto en la salud de las personas”, explicó.
Otra de las patentes, cuya investigación está a cargo del emérito Lourival Possani, considera pequeñas proteínas (dos péptidos), que se aislaron del veneno de un alacrán morelense.
La sustracción de estas proteínas podrían ser clave para el tratamiento de enfermedades autoinmunes como la psoriasis, artritis reumatoide o esclerosis múltiple e, incluso, rechazo de órganos, lo cual podría mejorar calidad de vida para los pacientes, indicó Trejo.
“Se trata de péptidos que presentan actividad de moduladores de un canal celular de potasio muy especial”, puntualizó.
La tercera se refiere a un método para cuantificar y diferenciar nanopartículas de origen pseudoviral estás estructuras pueden tener aplicación en el área de la salud, porque es factible utilizarlas para vacunas o acarreadores farmacéuticos.
La investigación de Laura Palomares, considera a las proteínas de la cápside o cápsula de proteínas de los virus que lleva dentro el ADN, las cuales se utilizan para obtener nanopartículas de diversas formas o tamaños.
El secretario Técnico de Gestión y Transferencia de Tecnología de la UNAM, explicó que la proteínas se producen de manera biotecnológica puede ocurrir una mezcla de varias formas de las nanopartículas, y gracias a este método se puede cuantificar de manera diferenciada la partícula que interesa y discernir cuánto hay de las otras.
Las otras tres patentes, son resultado de los trabajos de Alejandra Bravo y Mario Soberón, y se relacionan con las toxinas Cry, producidas por Bacillus thuringiensis, con aplicación como insecticidas. La primera de ellas se refiere a una mutación que las hace más eficientes, de modo que se usan para los mismos tipos de insectos (como el gusano cogollero del maíz – Spodoptera frugiperda –, que es una plaga importante en México, y el gusano del tabaco –Manduca Sexta–), pero actúa de manera más potente y efectiva, la patente se obtuvo en Estados Unidos, informó Mario Trejo.
Otra patente considera, la modificación de las toxinas que las hace efectivas contra insectos que han desarrollado resistencia a las propias toxinas Cry naturales.
“La ventaja que tiene, en términos prácticos, es que al momento en que se comience a generar la resistencia de los insectos en campo, se puede aplicar una ronda del bioinsecticida modificado para acabar con los resistentes y luego volver a usar la versión anterior”, comentó.
Estas dos últimas patentes las obtuvó México y en el caso de la última se licenció a una empresa creada específicamente para producir esta formulación, donde dos de los socios son los mismos académicos que lograron la invención, indicó.
Así, Corporación Mexicana de Transferencia de Biotecnología, empresa spin off del IBt, “está próxima a tener liberados los registros para comenzar a comercializarla en los próximos meses”, comentó el secretario Técnico de Gestión y Transferencia de Tecnología.
“Para el instituto no sólo es importante obtener patentes, sino esforzarnos para que haya quien las comercialice en beneficio de la sociedad, a través de nuevos métodos, productos o servicios”, concluyó Mario Trejo.
Además, el instituto registró su solicitud de patente número 200, de las cuales le han sido otorgadas casi 90, comentó.