Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 12 de julio.- Más de 20 días pasaron para que un grupo de 42 mujeres indígenas artesanas –mazahuas y nahuas-, regresaran al centro histórico a vender sus productos, luego de que el ayuntamiento capitalino autorizó su regreso.
Ayer el edil Cuauhtémoc Blanco, luego de la sesión de cabildo, fue increpado por el grupo de artesanas tras lo cual se comprometió a que este día las recibiría, lo cual no cumplió, sin embargo, Juan de Dios Pons, secretario de Desarrollo Económico y Turismo, les dijo que la respuesta del ayuntamiento era positiva y las indígenas podrían realizar de nueva cuenta su venta en las escalinatas de correos.
El conflicto inició hace un mes con las obras de remodelación realizadas por el gobierno del estado y para impedir la colocación de los vendedores ambulantes, ordenó cercar la plaza Emiliano Zapata con policías antimotines.
Entonces se realizaron mesas de diálogo con el subsecretario de Asesoría y Atención Social, Jorge Meade González y las artesanas, las cuales generaron mayor desconcierto y encono, tras un trato discriminatorio que las mismas artesanas denunciaron públicamente. Finalmente hoy se permitió vender nuevamente a las artesanas.
Susana Díaz, del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, dijo que las autoridades municipales asignaron dos espacios en las escalinatas que desembocan en la plaza, a un lado de Correos de México. Los otros espacios son en la calle de Hidalgo, a unos metros de la catedral de Cuernavaca.
“Debemos reconocer que quien tuvo la sensibilidad de destrabar el conflicto fueron las autoridades municipales, a quien el gobierno del Estado responsabilizó de autorizar o no la reinstalación de las artesanas”, detalló.
Asimismo lamentó que el subsecretario Jorge Meade haya mentido al propio Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), instancia ante la cual las artesanas expusieron su caso y que en respuesta, el Consejo exigió al gobierno la emisión de medidas cautelares.
“Mintió al Conapred al decir que todo estaba en orden, con mesas de diálogo y el permiso de venta, sin embargo, luego de que las mujeres indígenas se colocaron en las escalinatas a elaborar sus productos, el pasado 22 de junio, su respuesta fue enviarnos a la policía a desalojarlas”, abundó la defensora de Derechos Humanos.
Las artesanas acudieron otra vez al Conapred y denunciaron hostigamiento por parte de las autoridades y obtuvieron la protección del Conapred por ser un grupo minoritario y vulnerable.
Díaz Pineda comentó que será hasta septiembre próximo, fecha estimada en que termine la remodelación, que serán asignados los lugares para los 150 vendedores que están contenidos en un padrón.
Con respecto a las carretas o puestos de venta de las que hizo referencia el ayuntamiento, recalcó que sólo es una propuesta que no se ha afinado, pero estimó como una señal de buena voluntad del propio edil.