Redacción SL

Cuernavaca, Mor.- Cocineras tradicionales de Morelos señalaron la falta de espacios que hay en la entidad en los cuales puedan exhibir sus platillos más representativos de sus comunidades.

En el corredor gastronómico que se instaló en el centro cultural Jardín Borda y al que se dieron cita cocineras de diferentes municipios de Morelos, Ofelia Castro García dijo que ha tenido la suerte de que las autoridades municipales de Jojutla le permitan vender comida en una calle contigua a una escuela primaria, pero consideró que debería haber más espacios abiertos para las cocineras tradicionales.

“Yo quedé viuda y tuve que trabajar en la calle para sacar adelante a mis hijos, para darles estudios. Trabajé como negra para que ellos no fueran vagos. A mí me gusta trabajar, me gusta tener un peso en la bolsa y no estar esperando a que mis hijos me den o me mantengan”, expresó Ofelia Castro quien tiene 85 años de edad.

Del otro lado del corredor estaba Juana, mientras movía con una cuchara la cazuela de mole verde que preparó por la mañana platicó que desde hace varios años no invitan a participar en estas actividades que -para ella- ayudan a preservar las tradiciones culinarias. 

Ella es originaria de Tlacotepec, perteneciente al municipio de Zacualpan, y contó que en esta región de los Altos de Morelos es costumbre de sus habitantes elaborar mole verde y rojo en cualquier fiesta.

Margarita Cárdenas dijo que la labor de las cocineras tradicionales se había perdido con el paso de los años y Coatetelco no solo va perdiendo su tradición gastronómica sino su lengua materna, que cada vez son menos los que hablan el idioma náhuatl.

Celebró que las autoridades retomen estas actividades a través de las cuales las cocineras pueden hacer difusión de sus platillos típicos.

“Hace falta más difusión y salir al rescate de todas las tradiciones que nos fueron heredando y que por alguna cuestión no se dieron a conocer. En Coatetelco ha desaparecido la lengua materna pero algunos todavía conservamos platillos tradicionales como mole de pipián, tamal de mojarra y chocolate artesanal”.