Por la redacción
CUERNAVACA, Mor., 5 de agosto.- El obispo Ramón Castro Castro fue denunciado por daño moral por un exseminarista que narró haber sido víctima de abuso sexual por parte de dos sacerdotes en el estado de Campeche, cuando el prelado era obispo de aquel estado.
El obispo Castro Castro fue notificado por el Juzgado Tercero de Primera Instancia del Ramo Civil del Estado de Campeche, de la demanda, registrada con el expediente con el número 135/15-2016-J30-1, por no haber hecho nada a favor de un adolescente, víctima de abuso sexual, a pesar de que fue avisado directamente por el seminarista.
En la demanda la víctima exhibió textos de correos electrónicos que intercambió con el actual obispo de la Diócesis de Cuernavaca.
“Fue ingrata tu actitud hacia mi personas. Nunca desatendí cuanto me dijiste, llamé inmediatamente a los involucrados y ambos me negaron terminantemente cuanto afirmas. ¿Qué iba yo a hacer a hacer? ¿Obligar sobre todo al más joven a decir lo que aseguraba no era verdad?”, escribió el obispo Ramón Castro en uno de los correos enviados al exseminarista.
La demanda contra tres sacerdotes y el obispo Ramón Castro fue interpuesta en mayo del 2015.
Los presuntos abusos contra el entonces seminarista Luis Felipe Izquierdo Cundafe iniciaron, según lo narra en su demanda, en el año de 2007 cuando conoció al padre Martín en la parroquia de la Divina Providencia de Ciudad del Carmen, Campeche. Narró que el sacerdote fue muy bueno con él hasta ganarse su confianza.
En agosto de ese año el seminarista fue llamado por el padre a su cuarto en la parroquia, descrito por el denunciante como lujoso, con muebles ostentosos, colección de perros de porcelana, y relojes caros.
Ahí asegura que el padre Martín le ofreció bebidas embriagantes para después tocarle su partes intimas y forzarlo a sostener relaciones sexuales; tenía 16 años. En su denuncia explica que los abusos se extendieron por años porque el cura le hizo saber que no era malo. Además, relató, no era el único sacerdote que abusaba de otros seminaristas o misioneros menores de edad.
Explica que Martín lo llevó a conocer al padre Francisco de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Campeche. Le llamaban el “Bimbo”. El padre Francisco, según el exseminarista, también abusó de él.
Incluso cuenta el caso de un niño de 13 años de edad, acólito de la parroquia. Narró ante las autoridades que al niño lo encontró en varias ocasiones llorando, y cuando decidió contarle su historia también supo que era víctima de abuso sexual.
Dice que cansado de ver como abusaban de los seminaristas y misioneros decidió darle aviso al obispo de Campeche, Ramón Castro Castro.
En su denuncia describió que fue recibido por Castro Castro, quien después de conocer los abusos cometidos por los prelados le hizo firmar su dicho, sin embargo, su queja estriba en que Castro Castro no procedió contra los sacerdotes y por el contrario los cambió de parroquia.
Ante ello, dijo, decidió denunciar los hechos en una carta que dirigió al Cardenal Norberto Rivera Carrera pero tampoco tuvo respuesta, peor dejó antecedentes porque la carta fue publicada por un medio local, cuya publicación presentó como una documental publica contra los curas demandados por daño moral y psicológico.
Su acusación la dirigió hacia El Vaticano y asegura que envió una carta al Papa donde cuenta lo que vivió al igual que otros seminaristas y misioneros.
El obispo Ramón Castro Castro fue cambiado de la Diócesis de Campeche a la de Cuernavaca en mayo de 2013, pero no libró la demanda porque el juzgado de Campeche, envió un exhorto en diciembre del año pasado al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos )TSJ) para que notifique al obispo de la acusación en su contra.