Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 19 de marzo.- La última vez que vieron a Ramiro fue al salir de un bar en Cuautla, zona oriente de Morelos. Terceras personas dijeron a Roberto, hermano de Ramiro, que llegó al bar con una botella pero sintió la mirada de un mesero y otra persona por lo decidió abandonar el lugar, sin embargo no llegó a su casa y su motocicleta apareció en la Dirección de Tránsito de ese municipio.
Su hermano, Roberto Herrera Hernández denunció omisión por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) porque a ocho meses de su desaparición no han recabado las pruebas ni se ha iniciado su búsqueda.
Los familiares de Ramiro Herrera Hernández bloquearon por más de una hora la calle Galeana del Centro de Cuernavaca, para exigir una reunión con el gobernador Cuauhtémoc Blanco y con el fiscal general, Uriel Carmona Gándara.
En respuesta Carmona Gándara aseguró que el caso se investiga desde julio del año pasado, se ha hecho el trabajo operativo de investigación y seguirán trabajando para encontrar a todos los desaparecidos en la entidad.
“Presuntamente, mi hermano salió de su bar ‘Boca Negra’ y se fue a otro bar, donde según llegó con una botella y pagó el descorche; cuando entró a ese establecimiento un mesero y otra persona no le quitaban la mirada y entonces abandonó el lugar, y desde ese día no sabemos dónde está”, expresó Roberto.
Como señas particulares de Ramiro, dijo, tiene una cicatriz en medio de su cabeza y otra cerca de su ceja; un tatuaje del rostro de Marilyn Monroe en el hombro derecho, y en el izquierdo la parte frontal de la cara de María Félix; un tatuaje en la espalda baja de una pirámide y en la espalda media tres imágenes aztecas así como un tatuaje del calendario azteca con alas.
Sus familiares ofrecen una recompensa económica de 80 mil pesos a quien proporcione información que permita encontrar a Ramiro, originario de Cuautla.
“Se me hace una tristeza ofrecer 80 mil pesos por mi hermano, quisiera ofrecer lo que no tengo, 80 mil pesos es una tristeza porque una vida no tiene precio”, declaró casi al borde del llanto.
Acusó que tras la desaparición presentó una denuncia ante la fiscalía regional oriente pero el caso lo atrajo la Fiscalía general por falta de interés de las autoridades de Cuautla para recabar información.
Después de la desaparición recibieron al menos cinco llamadas para solicitar rescate de 6 mil pesos pero nunca entregaron el dinero y acudieron a la Fiscalía Especializada en Combate al Secuestro y la Extorsión pero no recibieron apoyo.