Redacción SL
Cuernavaca, Mor., 27 de julio.- Procedente de la Ciudad de México, Víctor Manuel Juárez Nicolás, estudiante de la carrera de derecho y asistente de juez en salas de juicios orales penales en Cuernavaca, tiene la meta de concluir su maestría y en su momento ocupar el cargo de juez.
A sus 59 años de edad realiza su servicio social en las salas de juicio oral del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), ubicadas en calle Morrow, centro de Cuernavaca y agradece la oportunidad que le brindó la presidenta del Poder Judicial, María del Carmen Verónica Cuevas López, para continuar y cumplir el sueño que había dejado trunco años atrás, pues era imposible combinar la vida familiar, el estudio y el trabajo.
Juárez Nicolás, se jubiló de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y junto con su familia decidieron emigrar a Morelos a un predio de Xochitepec, previo al terremoto de 1985.
Víctor Manuel, de oficio asistente técnico de la Filarmónica de la Ciudad de México, también trabajó 37 años para la UNAM como coordinador de difusión cultural del Centro Cultural Universitario, reconocido por su trayectoria, el tiempo laboral llegó a su fin y fue jubilado.
“Agradezco las oportunidades que la vida me ha dado porque he estado con los grandes y mi experiencia laboral y de vida me ha permitido llegar hasta donde estoy, me doy cuenta que en el Tribunal todos tienen una oportunidad porque la edad no es un impedimento, si tienes la capacidad para desempeñar tu trabajo, el puesto es tuyo, un joven puede tener el conocimiento pero la experiencia no se compara”, dijo orgulloso mientras sus ojos se iluminaban con gotas de alegría.
Víctor Manuel Juárez, es uno de los 15 estudiantes de derecho que realizan su servicio social para las salas de juicio oral en Cuernavaca y reconoce que todos jóvenes o adultos llegan a aprender, sin embargo, es una responsabilidad que genera experiencias y el ejemplo de su tutora, la juez María Luisa de Jesús Rodríguez Cadena, le ha permitido tener más conocimiento y experiencia sobre la materia penal.
“Es un honor, porque uno acumula experiencias de vida y hoy es el momento de poner en práctica e intercambiar ideas y tratar de ser mejor día con día, ya no hay vuelta atrás, debemos seguir hasta donde nos alcancen las fuerzas”, dijo emocionado.