Redacción SL
Cuernavaca, Mor.- “Yo quería ser mujer y tuve que decidir entre lo que debía ser y lo que quería ser. Fue muy difícil porque tuve que batallar con muchas cosas, tuve que superar muchos obstáculos y también perdí amigos, familia y oportunidades de trabajo”, narró Serena Ramírez, una mujer trans, originaria del poblado de Ocotepec en Cuernavaca.
Durante el evento “Mujer Unidas. Conversatorio y propuestas”, a propósito de la conmemoración de la Mujer Indígena que organizó el Ayuntamiento de Cuernavaca, dijo que desde pequeña tenía la necesidad de ser alguien en la vida y, aunque fue difícil, logró terminar su licenciatura en Administración en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Actualmente es coordinadora de la comunidad tras en “Acciona Comité Diversidad Morelos” y ha capacitado en temas de diversidad sexual, además, ha sido conferencista.
A Serena -señaló- le cerraron las puertas en diferentes ocasiones porque su identidad de género no correspondía con la de nacimiento, por lo que se dedicó a realizar diferentes trabajos desde lavar baños hasta atender puestos de alimentos en los mercados.
Sin embargo, en los mercados también sufrió discriminación y aunque buscaba el trabajo de mesera para atender a los comensales le decían: “tú eres hombre, ponte a cargar el costal de naranjas”.
“No tenia oportunidades laborales y lo que hice fue romper con esos obstáculos, porque hasta mi propia familia me violentaba, recibí golpes e insultos en la calle y ahora creo que la vida es de retos, agarré fuerza para salir adelante y terminé de estudiar”.