Por Moisés Sánchez
Jiutepec, Mor., 20 de septiembre. – Mario Zagal, de 25 años, y su esposa Gabriela Segura, de 15, sembraban pasto a las 13.14 horas del martes, cuando la tierra en la que trabajan empezó a cobrar vida: se movía y crujía. Temieron morir, pero lo peor aún estaba por pasar, al llegar a casa se enteraron de que, si bien les iba, estarían sin casa un par de días, aseguraron.
Mario y Gabriela no estaban solos, tres de los hermanos de Gabriela, todos menores a cinco años los acompañaban, y todos comenzaron a correr, a pesar de que se podría pensar que no corrían riego por no estar al lado de grandes construcciones, los árboles que los rodeaban se movían violentamente, contaron.
Mario y Gabriela caminaron hasta su casa, ubicada en la colonia Centro de Jiutepec, el padre de Gabriela les atajó el paso, estar ahí no era seguro: las paredes tronaron y agrietaron, el suelo se levantó. Debían buscar un albergue. Tomaron sus papeles de identificación y alguna que otra cosa y emprendieron la búsqueda de un lugar dónde dormir.
Aunque Gabriela no alcanza a dimensionar la superficie de su casa, afirmó que ésta es pequeña, pero en ella habitaban 6 familias. La estructura era vieja, de hace más de 30 años, nadie que la habitaba puede aseverar con certeza cuántos años tiene, Gabriela sostuvo que se construyó hace 80 años, sin embargo, su prima, Reina Luisa Segura, de 22 años, aseguró que su hogar oscilaba entre los 40 y 50 años, “mi hermana tiene 38, y cuando ella nació la casa ya estaba”, indicó.
“Me siento triste. Tengo miedo de que no podamos regresar a vivir ahí, las autoridades irán hoy a ver si podemos regresar”, señaló Gabriela, pero su pronóstico no es bueno, por el tamaño de las grietas que vio, piensa que no podrán vivir más ahí.
“Mi familia dice que la derrumbará y hará casas de lámina si no hay de otra”, confesó mientras su mirada, perdida, se clavaba en pies.
Toda su familia trabaja en el campo, siembran pasto, son humildes, y su mayor miedo es que se queden con menos de lo que ya tenían.
Jiutepec en malas condiciones
Manuel Agüero Tovar, alcalde de Jiutepec, sentenció: “La situación es grave”, puesto que el sismo de 7.1 grados de ayer dejó al menos 5 muertos, dos menores y tres mujeres. En Tezontepec se derrumbó una casa y murió un pequeño, en el Centro una señora padeció un colapso nervioso y falleció de un paro cardiaco, en Civac otra señora murió de una situación similar, en la comunidad de Los Gallos un colapso mató a una mujer y a otro menor.
Aunado a eso el edil indicó que existen 11 puntos de alto riesgo, además el campanario de la iglesia del centro se cayó y el inmueble prácticamente quedó inusable, en Tejalpa ocurrió lo mismo, un santuario se vino abajo, se reportan otras cuatro capillas dañadas, un edificio en Civiac se fracturó y la barda perimetral de Nissan colapsó.
Cerca de 400 personas, dijo el funcionario, está en los albergues, no obstante, aún hay un gran número sin determinar que está durmiendo en campos deportivos, áreas libres y fuera de sus edificios, “hay mucha gente en las calles no ha querido entrar a los albergues”, lamentó.