Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 13 de julio.- Sólo horas duró el acuerdo entre la comuna que encabeza Cuauhtémoc Blanco y el grupo de artesanas indígenas mazahuas y nahuas, en el que se les permitió regresar a sus puntos de venta en el centro histórico. Esta mañana un grupo de inspectores municipales impidió su colocación por lo que las artesanas se instalaron en el ayuntamiento a vender sus artesanías.
Las artesanas denunciaron que las autoridades municipales autorizaron su colocación solo “para la foto”, porque este miércoles les impidieron la venta, nuevamente.
Por ese motivo se manifestaron en las instalaciones de la comuna mientras que integrantes del Nuevo Grupo Sindical, que agrupa a los ambulantes del centro de Cuernavaca, cerraron la avenida Morelos con taxis, principal arteria de la capital, para exigir trato igualitario.
En su protesta afirmaron que las autoridades de Cuernavaca cometieron un acto discriminatorio contra los vendedores ambulantes, porque solo asignaron espacios de venta a las mujeres mazahua, artesanas de pulseras y collares de piedras.
En tanto las autoridades municipales exhibieron contradicciones sobre la determinación de impedir la venta de artesanías en el centro histórico pues mientras el secretario de Turismo y Desarrollo Económico, Juan Diego Pons Díaz de León, acusó que las artesanas “violentaron el acuerdo al extenderse más metros de los permitidos –un metro cuadrado por cada una-”, el recién nombrado secretario del ayuntamiento, Samuel Sotelo Salgado dijo que la única propuesta es que las mujeres indígenas se vayan al parque Tlaltenango, al norte de la ciudad.
Sotelo no reconoció la autorización del municipio para que las indígenas se colocaran de nueva cuenta en las escalinatas de Correos de México o en la calle de Hidalgo, donde se ubica la Catedral de Cuernavaca.
Susana Díaz Pineda, del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, lamentó que Blanco Bravo haya reculado e ignore los exhortos del Consejo Nacional para Prevenir la discriminación (Conapred) en el sentido de que debe garantizarles el punto de venta para su supervivencia.
Por lo anterior, un grupo de 20 mujeres colocaron sus productos en las instalaciones del ayuntamiento donde, dijeron, permanecerán hasta que se logren acuerdos.