Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 8 de noviembre.- La reyerta del martes en Huitzilac donde quemaron un taxi e intentaron linchar a tres hombres señalados como presuntos secuestradores y de robo de una unidad del transporte público, se redujo a una simple denuncia por robo de un teléfono móvil y amenazas, informó la Fiscalía General del Estado.
Trabajadores de los sitios de taxis “Alas doradas” y “Anáhuac” se manifestaron en las instalaciones de la Fiscalía General por la detención de cuatro de sus compañeros la tarde del martes, y bloquearon la avenida Emiliano Zapata para demandar a las autoridades la liberación de sus colegas, acusados de presuntos secuestradores.
El conflicto presuntamente inició por el presunto robo de una de las unidades pero a través del sistema de Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés) detectaron que el auto fue llevada al poblado de Tres Marías, Huitzilac, donde a decir de los taxistas de Cuernavaca ya los esperaban con armas y machetes y después les quemaron una unidad. Tras el enfrentamiento, tres conductores y un mecánico fueron detenidos presuntamente acusados de secuestro por parte de los pobladores.
Sin embargo, como resultado de una mesa de negociación entre las partes afectadas en las instalaciones de la fiscalía, el caso se “simplificó” al robo de un celular, amenazas y la invasión de derroteros en el transporte público sin itinerario fijo, por lo que fueron asegurados por elementos uniformados.
Los representantes de taxistas refirieron que los detenidos pertenecen al gremio y enfrentan un procedimiento legal por amenazas pero las partes conciliaron y se otorgaron el perdón, además de garantizar el respeto al libre tránsito en la zona metropolitana sin afectación para taxistas de Huitzilac ni de Cuernavaca.
Durante la reunión realizada en las instalaciones de la Fiscalía General acordaron trabajar de manera cercana con los distintos gremios a efecto de contar con un registro que dé certidumbre a los administradores de sitios de taxis, por lo que se comprometieron a crear una base de datos que permita garantizar la seguridad del gremio y de los usuarios.
En torno a la unidad quemada, la dependencia no ha recibido denuncia alguna por la parte afectada y negó cualquier señalamiento por el intento de secuestro que acusaron pobladores.