Por Leticia Villaseñor

CUERNAVACA, Mor., 27 de junio.- Ada Lilia llegó este viernes a las 8:00 horas al plantel de Nueva Francia sin número. Cruzó el portón negro de la secundaria, como lo había hechos desde hace 28 años, hasta el pasado 31 de marzo, día en que Víctor García Bahena, tesorero del Comité de Padres de Familia de la Secundaria No. 13 “Rosario Castellanos”, le impidió la entrada a su lugar de trabajo, con insultos y amenazas.

Iba feliz pero nerviosa, acompañada de personal del Instituto de la Mujer Morelense, «por si se presentaba alguna agresión de los padres de familia», bajo la lluvia incesante.

Llegó hasta el salón donde se celebraba el consejo técnico que cada último viernes se realiza en el plantel. Fue recibida con abrazos, con sonrisas, con cariño.

El pasado 25 de junio, Rubén Rafael Segura Castellanos, jefe del departamento de Secundarias del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (Iebem), le entregó instrucciones sobre el oficio No. D.J./2424/2014, con fecha 20 de junio.

En dicho documento quedó constancia de que “esta instancia no cuenta con elementos suficientes para iniciar un procedimiento administrativo en su contra, no obstante las posibles imputaciones que refieren los integrantes de la sociedad de Padres de Familia de la escuela Secundaria No. 13 ‘Rosario Castellanos’… La solicitud es que se le reubique y continúe con sus labores escolares, de manera normal, con el horario que venía desempeñando”.

El pasado 31 de marzo, Ada Lilia Gaxiola Peraza fue agredida verbalmente por García Bahena, quien se ostenta como licenciado y “hombre que conoce las leyes”; le advirtió que “los padres de familia estaban muy a disgusto con su labor” y por ende iniciaron un procedimiento en su contra, el cual el propio departamento jurídico del Iebem resolvió a favor de la docente.

La maestra de  Educación Física dice desconocer el origen del encono y sólo supone que un conflicto entre el tesorero y su propia familia, de quien ella es amiga cercana, ocasionó el la animadversión.

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Desde entonces a la fecha no pudo presentarse a realizar su labor, hasta este viernes. Gaxiola Peraza dijo, con lágrimas de emoción y una sonrisa plena, que quiere dejar “este penoso episodio atrás”.

Sin embargo es un triunfo “a medias”, ya que tanto directivos, compañeros y el mismo Iebem advierten que si las condiciones no son favorables, debe reconsiderar su cambio a otro plantel, al que ella elija, a lo cual se ha negado.

“Tengo 28 años en este secundaria, me faltan sólo dos para mi jubilación”, los mismos años que faltan para que uno de los vástagos del tesorero concluya su educación secundaria.

“No vine a pelear, lo dije desde el principio, si hay elementos y se comprueban las acusaciones, me voy, pero el Instituto resolvió a mi favor”.

Pero el oficio estipula lo siguiente “A pesar de conocer el abierto rechazo hacia su persona de la sociedad de padres de familia –sin detallar los motivos-, derivado de su bajo desempeño laboral, según han argumentado los escritos presentados ante autoridades del Instituto.

“En cuanto a su desempeño laboral y personal, está de más decirle que estará siendo observada por autoridades escolares, padres de familia y las que corresponden de este Instituto”. El documento está firmado por Segura Castellanos, Jefe del departamento de Secundarias.

La maestra Ada ansía que los próximos dos años pasen sin mayores contratiempos para jubilarse. “Tengo planes, quiero viajar, irme a vivir a otro país, poner un negocio”.

Este viernes los alumnos no fueron testigos de su regreso, sólo aulas vacías, mojadas. Sólo los compañeros de la profesora de Educación Física quien permaneció tres meses alejada de las canchas.

Será hasta el próximo lunes que, a tan sólo tres semanas de culminar el ciclo escolar, los escolapios reciban la clase de Educación Física, “si las condiciones, tolerancia y respeto” de los padres de familia se lo permiten.

 

Los argumentos

Ada Lilia Gaxiola Peraza fue acusada por miembros del Comité de Padres de Familia de no dar la clase, recibir visitas «extrañas», estacionar su auto bajo la cancha techada, salirse en horario de clases, portar vestimenta inadecuada.

De dichas acusaciones, a decir de la directora del plantel, Martha Tavera, «no hay registro alguno». Incluso los alumnos de Gaxiola se unieron a una protesta en la que pedían, otros padres de familia, el regreso de la maestra de Educación Física.

«Los papás somos quienes creamos el problema, acusan a la maestra por sus preferencias sexuales, por problemas personales, no por su calidad como docente», declaró la señora Mariana, madre de familia de una alumna de Primero D.

Los señalamientos sobre sus preferencias sexuales no quedaron asentados en el oficio, pero es un «secreto a voces» que a algunos papás les incomoda, dicen tanto compañeros como padres. «Eso es un asunto personal que a nadie debe importarle», señaló la directora.

El mismo Segura Castellanos dijo que los inconformes nunca presentaron las pruebas que «aseguraban tenían» para demostrar el supuesto mal desempeño y conducta de la profesora.