Por Leticia Villaseñor

Cuernavaca, Mor., 18 de abril.- El grupo hegemónico que impulsó la llegada de la magistrada presidente del Tribunal Superior de Justicia, María del Carmen Verónica Cuevas López se rompió, y uno de sus principales aliados Andrés Hipólito Prieto anunció su intención para la sucesión de la presidencia.

El anuncio se dio a pocas horas de que la magistrada presidente expuso sus pretensiones para reelegirse el máximo cargo en el Tribunal, sin que ningún otro magistrado lo haya hecho de manera pública, hasta el momento. Pero a decir de Hipólito Prieto, las reelecciones  no han sido sanas porque degastaron a la propia institución.

Los tiempos actuales, subrayó, obligan a que el cargo se busque no a través de la prebenda, del amiguismo, sino por el trabajo que respalde a quien represente mejores condiciones para el cargo. Incluso recordó que la actual presidente hizo favores personales a sus homólogos, y a él mismo, pero “que lo agradezcan en privado, el voto es libre y de ellos dependerá, en una correcta conciencia, si votan por un favoritismo o por la institución”.

El magistrado aseguró que tanto los jueces, la base trabajadora, sindicalizados, foros de abogados,  y ciudadanía en general, piden la renovación y que el cargo se ejerza de manera diferente, transparente incluyente, con tolerancia, sin discriminación.

El aspirante a la presidencia rehúso pronunciarse sobre la administración de Cuevas López, pero admitió que es un absurdo callarse, “los silencios dicen más que cualquier palabra pero es obvio el retroceso en la administración de justicia en esta administración”, soslayó.

Por lo anterior, dijo, su propuesta incluye que se hable del gobierno judicial, se dote de la autonomía financiera ya que lamentó  que a cuatro  años de que se efectuó el proceso, la declaratoria de validez no se ha dado y el Poder Judicial depende de los otros dos y deben, dijo, mendigar los recursos.

Hizo hincapié sobre la modernización de la impartición de justicia porque en el TSJ se trabaja con sistemas de más de tres décadas, con excepción de lo penal, además de criticar las últimas reformas que llevaron a la desaparición de tribunales como el de lo Familiar o el de Adolescentes.

Su cuarto punto estribó sobre la carrera judicial al reconocer que ésta no es efectiva debido a que puestos de mayor jerarquía, como el de oficiales judiciales, actuarios o secretarios de acuerdo, se les dan a fuereños que no merecen el cargo o carecen de perfil pero que son apadrinados por un magistrado, diputado o político para obtenerlos.

Hipólito Prieto tocó el tema de la apertura y transparencia, aspectos por el que el TSJ es considerada como una de las instituciones más opacas en la entidad, ante la falta de apertura en torno a rendición de cuentas sobre licitaciones, adquisiciones, contratos de arrendamientos, con plenos privados o sesiones de la comisión a puerta cerrada.

Finalmente, se dijo seguro de obtener el voto de aquellos que integraron el grupo de apoyo a Verónica Cuevas, pero en caso contrario, “si no corro el riesgo y permanezco impávido yo mismo me voy a arrepentir, en política todo se vale, voy a jugar limpio y si pierdo tendré la conciencia limpia”, afirmó.