Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 17 de julio.- Llegó al concierto en el Teatro Ocampo con zapatillas de aguja del 15, en tonos negro y tacón dorado. En la fila saludó al «Chuletas», quien estaba dos personas delante de ella para adquirir el disco compilatorio «Morelos al atake, 1961-2016. 55 años de rock morelense».
Su acompañante le recriminó que se dirigiera así a su amigo, a quien saludó con algarabía, abrazo y beso en la espalda incluidos. «Es que no me acuerdo cómo se llama», fue su disculpa.
Una señora de unos 70 años esperaba detrás de ellos, pidió un sólo boleto, buscó un lugar y se quedó hasta el final para escuchar desde rock and roll hasta metal y ska.
Paco López, viejo conocido de la música y locutor de años, fue el encargado de conducir el evento, y fiel a su estilo habló por largos periodos sobre la historia del rock, pero así situó al respetable en las circunstancias que marcaron a los grupos desde 1955 hasta 2016.
Antes de iniciar el viaje musical presentó a Marco Ruiz, responsable del proyecto con el colectivo X Rekordz/Deja de kejarte y hazlo tú mismo. «No supe ni en qué me metí pero ya salió», admitió Marco quien lamentó que por cuestiones de tiempo no incluyó a más bandas o más temas.
«La primera edición de Morelos al atake se pensó desde 1998 pero se terminó y publicó hasta el año 2000, con temas de esa época, principalmente ska, que es un ritmo del que el estado tiene grandes representantes. La intención era hacerlo cada año y al cabo de la década hacer el compilatorio pero por falta de recursos no se pudo hasta el año pasado», dijo.
Marco Ruiz y un número de colaboradores y amigos dieron forma a la compilación, que situó un gran reto, ¿de qué época empezar? Decidieron que el primer disco grabado, un acetato de 45 revoluciones con sólo dos temas de Los chicos del rock era el indicado por ser el primero que salió a la venta. Esa época, entre los 50 y 60, e se inició la evolución musical morelense.
El disco se materializó a través del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias, el Pacmyc, que por un desfase tardó un año más en salir a la venta ya que el proyecto fue presentado en el año 2015.
De vuelta al Ocampo, la presentación del disco, que incluye unos 700 temas, comenzó puntual a eso de las 5 pm. David Barberi, de Los chicos del rock prendió a la audiencia, a pesar de la diversidad de ésta que iba desde personas de la tercera edad hasta los metaleros.
Ataviado de traje negro y un chaleco fucsia, el ahora maestro recordó que cinco adolescentes, entre los 12 y 15 años, conformaron el grupo, el primero de rock & roll en la zona sur, específicamente en el municipio de Jojutla, y alcanzaron fama con el tema el Rock del Poli.
Luego salieron a escena los integrantes de Evolución, con un sonido más duro, hacia el soul y el funk, que allá por los 70 se convirtieron en la primera agrupación en grabar un álbum completo.
Las agrupaciones metaleras siguieron a continuación con Padre Nuestro, Darkness y Los Nietos de María Sabina, agrupaciones consagradas en este género dentro y fuera del país.
El rock urbano estuvo presente con Microbús que desde el año 96 irrumpieron en el estado y este género dio paso a las tornamesas del hip hop de Yekos Klan. Otro giro hacia el ska y los ritmos caribeños fueron los metales de Guante Blanco que animaron al fin al público a parase de su asiento y sacarle brillo a la zona inmediata al proscenio. Los responsables de cerrar el acto histórico, no sólo en el estado sino en Latinoamérica, fueron Lack of remorse, una banda de los rumbos de Jiutepec.
El telón se bajó luego de cuatro horas de música, pero el ánimo quedó en cada uno de los asistentes y de quienes regresaron al escenario luego de varios años de pausa.