Por Antonella Ladino
Cuernavaca, Mor., 31 de enero.- Son pocas las familias morelenses que conservan la tradición de vestir al niño Dios, aseguran comerciantes del Mercado Adolfo López Mateos.
Rosa Elena Díaz Sernas, desde hace 40 años vende accesorios y ropa para vestir al Niño Dios, consideró que hace casi cinco años las ventas han disminuido, posiblemente porque ahora hay más competencia o porque la gente dejó de creer en Dios, dijo la comerciante.
Aunque afirmó que es una tradición que se ve más en los adultos que en los jóvenes, recordó que hace 40 años eran pocos los comerciantes que vendían los accesorios de los niños, ahora dijo, es casi todo el mercado donde se pueden ver los niños y sus accesorios.
La venta por el Día de la Candelaria empieza desde el 25 de enero, pero los días fuertes son 30, 31 de enero y 1 y 2 de febrero, relató.
Su puesto, a pesar de que es reducido, ahí la gente encuentra ropa, huaraches, niños, pantalones, calzones, libros, medallas y hasta bastones que algunos santos portan.
Expuso que es una tradición que ha evolucionado, antes los niños todos usaban vestidos blancos, actualmente la gente encuentra en el mercado ropa de varios colores, azul, verde, roja incluso rosa.
Pero lo que capta la atención de la gente no son los colores, sino los niños que surgieron hace casi dos años. Elena Díaz aseguró que en el Distrito Federal se encuentran los niños chinelos o niños futboleros, que a su parecer es una burla a la iglesia y a Dios.
“Cuando lo vi, dije es una burla, cómo puede la gente creer en esto”, expresó.
Con esta tradición otras imágenes religiosas también se ofertan, en los pasillos de esta central se observa el niño de Atocha, San Martín de Porres, el Niño Jesús, Juan Diego y ahora el que se puso de moda en los últimos tres años es San Judas, a él le piden mucho trabajo.
El costo es accesible, entre 75 y 200 (desnudos) con vestimenta y accesorios entre 150 y 350.
Una vez vestido el niño, el próximo 2 de febrero se lleva a la iglesia donde el sacerdote ofrece una misa y más tarde son bendecidos y según la fe que le tenga cada persona, lo que le pida se cumplirá, expresó Elena Díaz.