Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 12 de mayo.- “Si para que haya efectividad en la seguridad se deben hacer cambios, entonces bendito sea dios, que se hagan”, urgió el obispo de la Diócesis de Cuernavaca Ramón Castro Castro. Ello a raíz de las reiteradas declaraciones del Ejecutivo estatal de rechazar cambios en el gabinete y en la estrategia de seguridad.
Castro Castro pidió a la ciudadanía no vivir con miedo, tras los hechos violentos ocurridos en el centro de Cuernavaca el pasado miércoles, donde un sujeto en solitario accionó un arma en contra de integrantes de una manifestación, que dejó dos personas muertas y dos heridas.
Los días de furia consideran el ataque perpetrado en Puente de Ixtla contra trabajadores del penal femenil federal que dejó cinco personas muertas y tres heridos.
Lo que ha pasado los últimos días nos preocupa muchísimo, expresó el
jerarca católico, y habló sobre el presunto asesino del zócalo de Cuernavaca: “Este muchacho, Maximiliano, viene de una familia desecha, su padre los dejó no tuvo cariño ni amor”. La madre del presunto criminal reveló a un medio de comunicación que por varios años trató de meter en rehabilitación y terapia al joven sin resultados positivos, además de que, dijo, su marido fue asesinado cuando el joven tenía apenas dos años de edad.
Entrevistado al término del oficio religioso dominical, en el que estuvo presente José Manuel Sanz Rivera, jefe de la oficina de la Gubernatura, el obispo hizo referencia a la situación por la que atraviesan diversas localidades, cuando recordó que “13 municipios pagan derecho de piso, el mismo gobierno municipal lo hace, esto lo dijo el excomisionado de Seguridad, Alberto Capella, y ahora se pone en evidencia, incluso en lugares donde antes no había este delito y ahora lo hay, el 70% de la población debe pagar derecho de piso, hasta quien vende tacos y tortas”, recriminó.
El prelado admitió que incluso diversas capillas han sufrido amenazas del crimen organizado pero aseveró que no han sucumbido a estas; “los hemos puesto en su lugar”, aseguró. “Mira con quién te vas a meter. Dios es nuestro principal defensor y eso les ha hecho pensar”, comentó.
El líder religioso admitió que ha pedido a las autoridades una revisión tanto de las estrategias como de los titulares para que se depure aquello que no da resultados, y busque los medios para cambiar con el llamado de profesionales en la materia que en otros estados o ciudades sí hayan dado resultado.
Para el obispo, los hechos tanto en Cuernavaca como en Puente de Ixtla ponen tanto a ciudadanía como a las autoridades en un estado de alerta máxima, al tiempo que reconoció que los reiterados mensajes de paz que a eco la propia Conferencia del Episcopado Mexicano.
“Basta ya de sangre, de asesinatos, de robos, de derecho de piso”, pensamos que el mensaje iba a ayudar las cosas pero no ha mejorado para nada, al contrario, este fenómeno está en aumento, lamentó pero pese a ello, invitó a la población a unirse a la quinta Marcha por la Paz que se realizará el próximo 1 de junio a las 9:00 horas, de la iglesia de Tlaltenango al norte de Cuernavaca hacia la Catedral en pleno centro de la ciudad.
En tanto José Manuel Sanz Rivera fue abordado por la prensa local para conocer si hubo modificaciones en la seguridad pública como en el círculo más cercano al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, debido a que en el ataque del pasado miércoles estaba presente el secretario de Desarrollo Social, Gilberto Alcalá Pineda.
Sin embargo Sanz Rivera recordó que están a la espera de la guardia nacional y que se trabaja a diario para bajar los niveles de inseguridad. Reiteró que trabajan con la estrategia de seguridad como se hace a nivel federal.
Asimismo pidió a la ciudadanía no tener miedo, darle la cara a la violencia ya que el ocultarse y encerrarse en un sitio conduce a la derrota.