Por Leticia Villaseñor
Jojutla, Mor., 19 de octubre.- La ronda de caballetes dispuesta en la explanada principal del municipio de Jojutla no soportó cuadros sino nombres, los nombres de 27 víctimas mortales del terremoto del pasado 19 de septiembre. 20 mujeres y siete hombres se revelaron ante la multitud que se congregó frente al derruido palacio municipal, sobre la calle Constitución del 57 para rendirle homenaje a sus muertos.
Los honores a la bandera los realizó la Policía Federal, que enrareció aún más el lúgubre ambiente cuando entonó el toque de silencio. Las lágrimas corrieron por el rostro de varias mujeres mientras los hombres sólo movieron la cabeza sin dejarse envolver por el momento.
El obispo Ramón Castro Castro dirigió el oficio religioso con una docena de sacerdotes de la zona sur, en memoria de Jequelia Cuevas Álvarez, Alberto Felicitas, Rodolfo Olivares Fandiño, Mónica Peña Martínez, Alicia Méndez Pérez, José Octavio Baena Gutiérrez, Karla Cisneros Ávila, Albina Launas García, María Patrocinio Gutiérrez Hernández, Gloria Arcos Carpio, Amor de Guadalupe Romero y Consuelo Sánchez Rosillo, Ruth Almanza González y Bertha Maldonado Mojica, Alejandro Martínez, Sarah Sofía Gil Celis y Samara Betzabé Celis Farias, Victoria Ávila Rodríguez, Dalia Haro Comonfort y Gabino Héctor Albarrán Benítez, Alix Marisol Castrejón Guzmán, Laura Celina Casas Barba, Ángel Matías y Carolina del Socorro Portillo Neri, Daniel Mateo Novoa Cruz y Martha Leticia Cruz Aguirre.
17 de las víctimas murieron el día del temblor, las 11 restantes murieron al pasar de los días a consecuencia de sus heridas.
Mientras el obispo de Cuernavaca pidió a los feligreses tener fe, ánimo, una joven rompió en llanto mientras un hombre se aproximó a ella, colocó una rodilla sobre el piso y se puso a orar. La madre de la joven se mostró ausente, dolida, lloró todo el acto, sus padres estaban en casa cuando ésta se vino abajo.
Detrás de ellas más mujeres no pudieron contener el llanto. “sé que hay demasiado dolor, demasiadas heridas que no han cerrado”, atinó a decir Castro Castro.
Luego del sermón, se les repartió a los asistentes hojas blancas. El obispo pidió escribieran una carta de agradecimiento a quien quisieran, luego fueron recogidas y amarradas con un listón rojo.
Al término de la misa, el padre Luis Millán llevó una reflexión que hizo llorar aún más a los familiares y conocidos de las víctimas, que murieron principalmente entre las colonias Centro, Emiliano Zapata, Benito Juárez y la calle Ricardo Sánchez, todas devastadas.
Luego los familiares se colocaron a un costado de los caballetes. Una mujer lloró desconsolada frente a la imagen de su madre, otra más apenas rozó el papel con el nombre de su hija.
El alcalde de Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, apretó fuerte la mano de su esposa, se secó las lágrimas con la manga de su camisa y trató de confortar a quien tuvo en frente. Minutos más tarde develó la placa conmemorativa dispuesta en una jardinera, donde un árbol fue sembrado a modo de memorial.
Los familiares se reconfortaron entre sí, se despidieron de conocidos y desconocidos y emprendieron el regreso a casa, lo que queda de ellas o alguno de los campamentos de casas temporales que fueron colocados en las zonas más devastadas, a continuar con su vida.