Por Leticia Villaseñor

Cuernavaca, Mor., 13 de agosto.- Tres hombres fueron detenidos al ser encontrados en posesión de hidrocarburos, los cuales pretendían vender de manera ilegal.

A decir de la autoridad, elementos de la Policía Morelos fueron alertados por un hombre cuando realizaban recorridos de seguridad y vigilancia en la colonia Santa María Ahuacatitlán, al norte de la capital morelense, que colinda con el municipio de Huitzilac.

El sujeto informó que sobre la calle Nacional varias personas a bordo de dos vehículos vendían gasolina. Tras un operativo, encontraron una camioneta Van, color blanca y otra marca Honda CVR de color gris, que coincidían con las características reportadas.

Al realizar una inspección encontraron tres tambos de plástico con capacidad de 200 litros con hidrocarburos y dos garrafas de 20 litros de capacidad con hidrocarburos.

Por lo anterior se procedió a la detención de Arturo “N” de 25 años de edad, Omar “N” de 27 años de edad y Alan “N” de 37 años de edad, por violación a la ley federal de Hidrocarburos, quedando a disposición del Ministerio Público del Fuero Federal.

Robo en aumento

Huitzilac y Cuernavaca son dos municipios colindantes ubicados al norte del estado, el primero está enclavado en la zona más boscosa y la parte norte de la capital coincide con estas características geográficas. Esto ha permitido la proliferación del robo y venta ilícita de hidrocarburos.

El robo en los ductos de Pemex, que traen gasolina de la Ciudad de México a Cuernavaca, prolifera en una extensión de unos 27 kilómetros (desde el poblado de tres Marías, en Huitzilac, y la parte norte y oriente de Cuernavaca, entre las colonias Santa María Ahuacatitlán, Chamilpa, Ocotepec, Ahuatepec, Antonio Barona, Milpillas, Universo, Flores Magón, Tulipanes, Niño Artillero, Ampliación Flores Magón, Zodíaco, Unidad Morelos, Ramón Hernández Navarro, Ciudad Chapultepec, Revolución, Otilio Montaño, Morelos, Santa Martha, Ampliación Chapultepec, Vicente Estrada Cajigal, Alegría y Bugambilia), donde se ubican los contenedores de Pemex.

En marzo pasado, Antonio Cruz García, presidente municipal de Huitzilac, pidió la intervención del personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) de la  Procuraduría General de la República (PGR), del Ejército Mexicano y Gendarmería. Dijo entonces que entre 2016 y los dos primeros meses de 2017, la PGR llevaba detectadas siete tomas clandestinas de gasolina en su localidad.

Solicitamos la intervención de Pemex porque sabemos que es un peligro constante y un riesgo que se puede salir de control, ocasionar severos problemas por posibles incendios, denunció el edil.

La advertencia se volvió realidad a finales de abril pero no en Huitzilac, sino en Cuernavaca en los linderos con Jiutepec, en bulevar Cuauhnáhuac, donde se ubican desde hace unos 50 años los tanques de Pemex con capacidad de 55 mil litros cada uno.

Una toma clandestina provocó un incendio en un domicilio particular y más de 90 casas tuvieron que ser desalojadas ante un siniestro mayor. En esa ocasión, no se registraron víctimas ni hubo daños considerables.

Son unas personas muy discretas que llevan y traen bidones en camionetas. El olor de la gasolina lo tapan con litros y litros de limpiador para pisos. Eso nos comentaron, que una señora se dedicaba a la venta de este producto por lo que los vecinos no sabíamos qué en realidad desde esa casa hicieron un ducto clandestino, además tenían aquí una camioneta y un carro viejo que tapaba las obras que ellos hicieron, declaró María Guadalupe Hernández, vecina de la colonia Tulipanes, donde se registró la explosión.

La tarde del 30 de abril, dos hombres Roberto “N” y Rafael “N”, ambos de 26 años de edad, fueron detenidos sobre el barrio de San Miguel Tetecuintla, en Huitzilac. Los hombres iban a bordo de dos taxis en los que llevaban 11 garrafas con una capacidad de 20 litros en cada uno de los automóviles.

Un mes después, otros dos hombres fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público, luego de que fueron encontrados con unas 40 garrafas vacías y una manguera de aproximadamente 100 metros conectada a una toma clandestina en los municipios de Huitzilac y Cuernavaca.

Al mediodía de aquel 25 de mayo, elementos del ejército y la policía local realizaron un recorrido; a la altura del paraje las Antenas del poblado de Tres Marías, en Huitzilac, se percataron de un fuerte olor a hidrocarburo. Metros adelante, atrás de un arbusto, encontraron varios garrafones, de unos 50 litros cada uno, así como una toma clandestina.

Por la noche, el mismo día, se recibió una llamada al número de emergencias 911 para denunciar en la calle Calvario esquina Gaseoducto, en el poblado de Ocotepec, al norte de Cuernavaca.

En el lugar los oficiales detuvieron a dos hombres con unas 40 garrafas vacías y una manguera de aproximadamente 100 metros conectada a una toma clandestina por lo que fueron asegurados.

Para entonces, el número de tomas clandestinas detectadas, a decir del edil de Huitzilac, llegó a 80. Después de varios operativos entre el gobierno federal y estatal, localizaron varias tomas de gas ilegales en los poblados de Tres Marías, Coajomulco y a espaldas de los fraccionamientos Monte Casino, Monte Cristo, Monte Bello y María Candelaria, y por lo menos 100 viviendas ubicadas a un kilómetro de distancia estarían en riesgo.

Ataque a balazos

La mañana del 5 de julio, elementos policiacos fueron atacados a disparos por presuntos huachicoleros en el poblado de Chamilpa, al norte de Cuernavaca.

Durante un patrullaje por las inmediaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, los policías fueron atacados a tiros cuando le marcaron el alto a hombres que viajaban a bordo de una camioneta. En respuesta, los sujetos dispararon contra los policías.

De inmediato inició una persecución que se prolongó hasta terrenos ejidales de la colonia Chamilpa, donde los delincuentes abandonaron la camioneta para huir a pie, uno de los agresores fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Público para determinar su situación jurídica. Dentro de la camioneta se encontraron 16 tambos de combustible con una capacidad de 200 litros cada uno.