Por Leticia Villaseñor

Cuernavaca, Mor., 07 de Jun.- Calma y confiada fue la actitud del candidato perredista a la alcaldía de Cuernavaca, Jorge Messeguer Guillén, quien se dijo ganador de la contienda electoral.

Con un rostro sereno, a ratos sonriente, a ratos tenso, Meseguer Guillén, ataviado con una impecable guayabera blanca de manga langa dijo que esperará los resultados de Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).

Un 40% del electorado se volcó en las urnas –comentó en rueda de prensa-, lo que significaría alrededor de 150 mil votantes, según sus  cifras.

Admitió que sus contrincantes más cercanos son la candidata de la coalición PRI-PVEM, Maricela Velázquez Sánchez, y el astro del futbol, Cuauhtémoc Blanco, por el Social Demócrata, con quien, en la recta final de la campaña se enfrascara en una serie de declaraciones a través de redes sociales en las que acusó que el ex futbolista amenazara con “partirle la madre”, como lo hiciera en el municipio sureño de Jojutla, donde acompañó a varios candidatos a sus cierres de campañas.

Messeguer Guillén hizo énfasis en la mesura, y predicó con el ejemplo, ya que, a diferencia de los candidatos del PSD y la del PRI, quienes acudieron a sus respectivas ruedas de prensa con porras, y en el caso del panista Luis Miguel Ramírez Romero, con simpatizantes en las calles ondeando banderas de blanquiazul en señal adelantada de triunfo, el perredista acudió con todo su equipo de campaña pero sin porra.

Sólo un breve aplauso de su equipo más cercano, no más de 20 personas, entre los que destacaban el priísta Jorge Meade González, coordinador de campaña, y el panista Marcos Manuel Suárez Gerard, quien, en caso de resultar triunfador, sería el secretario del ayuntamiento.

A diferencia de otras ruedas de prensa, en las que sólo se hacían anuncios oficiales sin permitir preguntas e incluso el candidato se mostraba frío, distante y hubo quien lo señaló de engreído, Jorge Messeguer saludó de mano a cada uno de los reporteros presentes y respondió a todos los cuestionamientos.

Tuvo que aceptar, muy a su pesar, que el astro futbolero se convirtió en un serio contrincante “nadie se esperaba tal repunte”, declaró, ante las cifras iniciales que colocan a Blanco en la contienda por la alcaldía de Cuernavaca.

El candidato del PRD admitió que el proceso tuvo irregularidades de principio a fin e incluso calificó como diferente de guerra sucia, donde algunos partidos como el viejo PRI desplegó las artimañas de siempre pero con la incursión de un candidato que surge del ámbito futbolístico que le dio un sello único a esta elección.

La diferencia debe corroborarse voto por voto y la diferencia debe constatarse en actas, lo que puso de manifiesto que la contienda entre los tres candidatos fue muy cercana.