Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 1 de julio.- Las lágrimas interrumpieron varias veces el discurso de Lucero Campos Mercado, presidenta del Colegio de Arquitectos e Ingenieros del estado de Morelos. «Era como su tía, la tía regañona de Tona, como todos lo conocíamos”, recordó durante una sencilla ceremonia póstuma a Fabián Tonatiuh Tlalapango Flores.
El Colegio entregó a sus padres, el también ingeniero Fabián Tlalapango y Edith Flores, jueza civil del estado, las constancias que quedaron pendientes de los cursos que tomó Tona sobre Impacto Vial, Impacto Ambiental y Seguridad, entre otros, en el auditorio de la Universidad Fray Luca Paccioli, institución en la que el joven de 21 años, asesinado en octubre pasado, era enlace entre el Tecnológico de Zacatepec donde estaba matriculado y el Colegio de Arquitectos.
“Lo apreciábamos muchísimo, era un joven muy inteligente, activo y participativo. Este acto se realiza en el marco del Día Nacional del Ingeniero y aprobamos por unanimidad que debíamos hacerle un homenaje y nombrarlo miembro honorífico. Lamentablemente se dan en estas condiciones pero su actividad avala esta decisión. Son muy pocas las personas que han alcanzado esta distinción en nuestra organización”, expresó Juan Jesús Mendoza Hernández, presidente del Consejo de Honor y Justicia del Colegio.
El joven estudiante de Ingeniería era el responsable de captar nuevos talentos entre la Universidad Fray Luca y el Tec de Zacatapec. Era quien daba difusión a los cursos y capacitaciones, él fue el artífice de que varias de esas promesas lograran una fuente de trabajo con diversos empresarios y se abrieran camino aun siendo estudiantes, relató Arturo Salinas Almaza, vicepresidente del Colegio, para quien la pérdida de Tona aún no es asimilable.
Lo conocí precisamente un 1 de julio en otro acto conmemorativo –recordó-, él era muy participativo pero muy reservado, no le gustaba que se supiera que trabajaba demasiado. A pesar de que era un estudiante tenía una visión consolidada de ingeniero, a su corta edad estaba en vías de lograr una patente de plantas de tratamiento.
Tona fue encontrado en una fosa clandestina en un terreno baldío del poblado de San Agustín, en el estado de México en abril pasado. Sus verdugos fueron tres sujetos, presuntos amigos del joven –quienes laboraban en diversas instituciones del sistema Judicial del Estado de Morelos-; orquestaron una salida a un bar en Morelos, durante la noche decidieron viajar al estado de México a otra fiesta.
En un video subido por la víctima en sus redes sociales, se ve a Tona y sus victimarios celebrando; horas después fue privado de la vida.
Los sujetos implicados pidieron un rescate de tres millones de pesos sin ofrecer ninguna prueba de vida del joven. La familia denunció el secuestro y a decir de las autoridades, la investigación del caso fue lo que les llevó hasta el estado de México donde encontraron sus restos.
“Nunca hicimos caso de las diversas versiones difundidas; su padre, el ingeniero Fabián quien es miembro de nuestra institución, manejó el asunto con suma discreción… siempre tuvimos la esperanza de buenas noticias hasta que la realidad acabó con ellas”, lamentó Mendoza Hernández.
La memoria de Tona fue honrada esta mañana entre sus padres y sus dos hermanos, entre sus compañeros, sus amigos, sus formadores.
El mejor homenaje que se le puede hacer es que no dejen que este hecho violento dificulte su camino, hagan que el esfuerzo de este joven por abrirles paso, por lograr mejores condiciones de vida y de trabajo valga la pena, expresó a los presentes Salinas Almaza.