Por Moisés Sánchez
Cuernavaca, Mor., 7 de julio.- El sueño de Alan Vidal, de 24 años, es consolidarse como futbolista profesional. Estuvo cerca de lograrlo, pero el camino que le tocó no fue el corto.
Lleva la mitad de su vida intentándolo; primero, recuerda, superó casi milagrosamente enfermedades y diagnósticos médicos que aseguraban que nunca podría jugar a la pelota: un pie más grande que el otro, problemas del corazón, alergia al pasto y un padecimiento de migraña eran sus impedimentos. Su cura, contrario a lo que le decían, fue el balompié.
“A los 12 años comencé a jugar en una filial del Cruz Azul, pese a todas mis enfermedades, y no sé qué paso, pero desde que inicié todo se dio, me curé de todo…”, dijo.
A los 17 años cuando dejó su natal Zacualpan de Amilpas, Morelos y gracias a su desempeño visores de Cruz Azul y Pachuca lo querían pero al final el amor que heredó de su padrino le hizo decantarse por la Máquina Celeste.
El 26 de enero de 2013 fue llamado a la banca del primer equipo, Cruz Azul ganaba 4-0 a Puebla y a 20 minutos de acabar el defensa Amaranto Perea se lesionó. El auxiliar técnico miró hacia a Alán y le gritó: “Tienes la oportunidad de entrar, calienta”. Entró y se olvidó de todo, su sueño se estaba cumpliendo.
“Siempre recordaré ese momento, fueron 20 minutos, pero yo no quería que se acabaran. Al parecer estaba destinado que debutara enfrentando a Puebla, en la sub 20 jugué por primera vez contra ellos y un año antes la primera vez que me llamaron al primer equipo fue también contra ellos”, apuntó.
Sin embargo, sus juegos fueron pocos. Regresó a Morelos, portó durante dos años la camiseta del Zacatepec, sin embargo, para su suerte la institución desapareció este año. Aún pertenece al Cruz Azul, no obstante, no lo solicitaron para esta campaña y su futuro está en el nuevo conjunto Halcones de Morelos, que jugará en el Estadio Centenario de Cuernavaca, en la Liga Premiere de Segunda División.
A pesar de que con el tiempo bajó de categoría, Alan no se amilana: “Todo lo tomo como un aprendizaje, por algo estoy aquí, aprenderé todo lo que pueda para un día regresar a Cruz Azul y lograr un campeonato ahí, la final de cuentas sigo en lo que me gusta, que es el futbol”, afirma.
Por ahora su objetivo es conseguir que Halcones de Morelos se consolide como un gran plantel y suba al Ascenso MX, porque considera que la formación es con buenos elementos que alcanzarán esa meta cuanto antes.
“Me siento contento de estar Morelos. Obtener el ascenso lo más rápido posible no sólo sería importante para nosotros como jugadores, sino también para la gente de acá, confiamos en que lo lograremos”, finalizó.