Por Leticia Villaseñor
Una camioneta Suburban blanca arribó a los Juzgados Orales en el centro de Cuernavaca, le precedieron dos vehículos compactos y otras dos camionetas más en la retaguardia.
Al menos unos 12 elementos de seguridad, 11 hombres y una mujer, resguardaron a Alejandro Vera Jiménez, exrector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) que pidió a la Secretaría de Gobernación apoyo ante una serie de amenazas en su contra.
A mediados de noviembre Vera Jiménez fue vinculado a proceso por peculado, dos semanas después pactó su salida de la rectoría tres meses antes de terminar su periodo “para no entorpecer las gestiones de refinanciamiento de la Universidad”. Una semana después se realizó la audiencia de formulación imputación por el delito de enriquecimiento ilícito.
A esta audiencia fue a la que llegó con el séquito de guardaespaldas, todos vestidos de civil pero a bordo de vehículos con placas de la federación. Según Vera Jiménez, recibió una serie de amenazas en contra de su persona, su familia y sus colaboradores más cercanos por lo que acudió con el subsecretario de Derechos Humanos Roberto Campa Cifrián, quien decidió colocarle dicho dispositivo.
El exrector y su esposa María Elena Ávila Guerrero llegaron en medio de ese despliegue a su audiencia de formulación imputación por enriquecimiento ilícito, y la docena de elementos impidieron que cualquier persona se acercara a la pareja. La audiencia fue diferida algunas horas y por la noche el operativo fue el mismo.
Al salir fueron los elementos los que entorpecieron la salida y en medio de empujones, gritos y un clima tenso metieron prácticamente a la fuerza a la pareja a la suburban blanca en la que se desplaza Vera Jiménez.
Unos días más tarde, el coordinador general de Comunicación Universitaria de la UAEM, Javier Sicilia Zardain, denunció que varios colaboradores cercanos al exrector recibieron llamadas amenazantes a sus celulares a nombre del gobernador Graco Ramírez.
A decir del líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, las amenazas fueron por denunciar las anomalías en las fosas de Tetelcino y Jojutla, donde la Fiscalía General del Estado inhumó decenas de cuerpos sin los protocolos de ley.
La reacción de la federación con Sicilia fue la misma que con Vera, le asignaron al menos seis elementos de seguridad, pero éstos sí con uniforme distintivo: pantalón caqui, camisa tipo polo azul marino y botas tipo miliar color beige.
Las amenazas ocurrieron un par de días antes de la audiencia de vinculación por enriquecimiento ilícito a la que la pareja no acudió por supuestas cuestiones médicas.
Duplica Comisionado su seguridad
El incremento en el personal de seguridad no fue exclusivo de los trabajadores de la UAEM. El propio comisionado de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra duplicó su personal de resguardo al menos un par de veces en el año.
La primera ocasión fue luego del escándalo propiciado por cinco elementos adscritos al Mando Único de Cuernavaca, a finales de febrero, quienes privaron de la vida a un joven durante su detención.
A pesar de las múltiples fracturas de las que el médico legista dio fe, la causa “legal” de la muerte fue una úlcera de la que nunca hubo antecedente.
Un día después de los hechos, el comisionado incrementó su seguridad que consistió en dos camionetas con al menos ocho hombres armados y dos patrullas de la Policía Morelos Cerca de ti. El despliegue duró relativamente poco tiempo y las dos patrullas fueron suprimidas.
El 30 de noviembre otro escándalo de sus elementos orilló al comisionado a incrementar su seguridad. Siete de sus policías de un grupo de élite se vieron involucrados en la muerte de cinco mujeres, una bebé de dos meses y un adolescente de 14 años, en el municipio de Temixco.
Todas las víctimas eran familiares de un presunto narcotraficante identificado como el “Señor de la V”, José Alberto Valdez Chapa. La muerte de las seis personas no ha sido esclarecida y ningún involucrado está puesto a disposición.
El 6 de diciembre aparecieron un par de narcomantas en las que el presunto cartel del “Señor de la V” ofreció 100 mil pesos por cada policía implicado y expuso amenazas de muerte en contra del responsable de la seguridad en Morelos.
El comisionado fue “resguardado” y sólo apareció en público el pasado 16 de diciembre en un acto oficial con el gobernador en el que mostraron el nuevo equipo de la Comisión.